HISTORIAS DEL VERANO (IV): LAS HESPERIDES REINAS DE LA NOCHE


Os contaba en mi post anterior que eran las lágrimas de San Lorenzo, pues bien como subí al monte a verlas, me encontré de sorpresa con las Hesperides: las reinas de la noche de quién la mitología habla mucho. Una advertencia quien no crea en el amor no debe leer este post que como los anteriores estas sacados de las cosas que se escriben en los diarios estos días de ocio veraniego

Las hespérides son las diosas de la tarde y la luz dorada de ocaso. Las tres ninfas, o sea las tres estrellas que veis en triángulo en le cielo nocturno anaranjado de mi fotgrafía, eran hijas de Nyx (Noche), conocida también como Hesperis que es quien encierra al día, es decir al crepúsculo, y de Atlas el Titán que sostiene al cielo.  A las Hesperides les confiaron el cuidado del árbol de las manzanas doradas dado como presente de boda por su abuela Gaia (la Tierra) a la diosa Hera en su matrimonio con Zeus. Las Hespérides tuvieron el honor de custodiar el árbol de las manzanas y anunciaron la boda de estos dioses con la luz dorada de ocaso. Las manzanas, en la tradición griega, eran un símbolo de amor.

En las leyendas más tempranas, estas ninfas habitan más allá del río Océano, en el extremo oeste del mundo; pero los esfuerzos por ubicar sus moradas y la posición geográfica de sus jardines ha llevado a poetas y geógrafos ubicar su residencia en partes diferentes de Libia, en las montañas Atlas, o en islas en la costa occidental de Libia; incluso en el extremo norte de la tierra, más allá de donde habita el viento Bóreas, sobre Hiperborea.

El único hijo conocido de estas diosas es Euritión, hijo de Ares y de la hespéride Eritia, que nació a orillas del río Tartesos. Cuidaba de los bueyes rojos de Gerión, junto con el perro bicéfalo Ortro (Ortos),   en la fabulosa isla de Eritia o bien en la costa atlántica de Iberia. Es decir en nuestra querida España. Según los mitos el lugar donde habitaba este gigante y su siervo era un sitio cercano al país de las Hespérides, ubicado cerca del río Baetis [Guadalquivir] entre la celebre Tartessos y Gadeira [Cádiz]; cuyas aguas que alimentaban a la antigua ciudad estado ibérica eran del color de la plata. Por eso tras cruzar el ‘río Oceano’ se encuentran las islas Canarias, que es considerado por muchos del lugar como la casa de las hespérides.

Dicho esto si a última hora de la tarde, cuando la penumbra se adueña del día, buscáis la estrella Polar en el norte y en su radiante hacia el este encontrareis el triángulo de las Hesperides sobre la constelación de Perseo, el dios que perdió su ojo y allá podéis imaginar su jardín con el manzano dorado y con las ninfas disfrutando del ocaso del día.

Yo las he visto, las fotos lo demuestran

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