UNA ESCAPADA DE CINE (II). DONOSTIA
Y seguimos nuestro paseo para llegar a la Catedral del Buen Pastor. Este templo centenario de estilo neogótico construido a finales del siglo XIX en apenas diez años, está inspirado en los grandes templos medievales de Alemania y Francia. Su afilada aguja es la construcción más alta de todo San Sebastián y gobierna un majestuoso espacio urbano. En la fachada central, otra obra del genial artista Chillida, la Cruz de la Paz.
Dicen que el gran Alfred Hitchcock quedó entusiasmado de sus interiores neogóticos y habló en su visita de utilizarlos como decorados para alguna de sus producciones. Nunca lo hizo, pero dejó para la historia su pase de fotos delante de la catedral y su enigmática sombra sobre el empedrado de la acera.
El Hotel María Cristina fue construido en 1912 como respuesta a la demanda del turismo de elite que visitaba la ciudad en aquella época. Su proyecto es obra del arquitecto francés Charles Mewes, a quien se deben también los hoteles Ritz de Madrid y París.
El María Cristina es el alma del festival. Sus alcobas y habitaciones han vivido romances de película, unos reales y otros que forman parte del imaginario de la ciudad. Sus salas han acogido las idas y venidas de los más grandes cómicos y los más celebrados directores. Su escalinata ha sido la más fotografiada cuando la bajan las más hermosas actrices. En ella recordamos con nostalgia la mujer que, quizás, mayor leyenda dejó en el festival: la diva Bette Davis
No quiero acabar la escapada sin tomar un pintxo y para ello, nada mejor que el restaurante Oquendo. Popular restaurante – café situado junto al Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina, impregnado de ambiente cinematográfico durante todo el año por las decenas de fotografías de estrellas que muestran sus paredes. Cuando llega el festival son muchos los actores que lo buscan para hacer un pintxo y remirar en las fotos a otros que, como ellos, vinieron algún día a recibir nuestro agradecimiento.
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