UN NATURALISTA TRAS LOS PASOS DE DARWIN (V). LA TEORIA DE LA EVOLUCIÓN SE DEBATE EN OXFORD.
Recién llegado con Ecowildlife de nuestra escapada al mundo de Charles Darwin en Londres, me apetece recoger en el blog aquellos instantes que hicieron temblar nuestra pacata sociedad en esta última entrega de "tras los pasos de Darwin".
Poco antes de que “la Teoría de la Evolución” viera la luz,
en una carta que escribió a su amigo Joseph Hooker, Darwin confesó que se
sentía «como un hombre a punto de confesar un crimen». No era para
menos. En la Inglaterra victoriana del siglo XIX, la idea de que todas las
especies vivas —incluyendo el ser humano— no habían sido engendradas de un día
para otro por la mano de Dios, sino que habían evolucionado durante millones de
años mediante un proceso de selección natural, suponía una insolente
blasfemia.
Desde el momento de su publicación 'El Origen de las
Especies' en 1859 la sociedad británica se horrorizó, Darwin tuvo que
sufrir humillaciones y desdenes entre otros, el de verse caricaturizado sobre
el cuerpo de un mono. La Iglesia
Anglicana denunció que su aportación científica “constituía la visión más
degradante del ser humano jamás concebida” y tacho de perversas todas sus aseveraciones.
El 28 de Junio de 1860 tanto el obispo Wilberforce, “enemigo
de científico de Charles Darwin y Huxley, ferviente seguidor, amigo y denominado
“el pitbull de Darwin”, formaban parte
de una reunión de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia en la
que un autor, Charles Daubeny, leyó uno de sus artículos en los que se
mencionaba la teoría de Darwin en la biblioteca de la veja universidad de
Oxford ante casi 500 visitantes. Huxley, Owen y otros se enzarzaron en una
breve discusión acerca de la evolución, pero la cosa quedó en agua de borrajas;
Huxley decidió contestar a los argumentos de Owen (creador del museo de
Historia Natural de Londres y otro de los que se oponían a las teorías de
Darwin), por escrito con pruebas
científicas, y se negó a seguir discutiendo. Sin embargo, el obispo Wilberforce
decidió dirigirse a los miembros de la Asociación dos días después, el sábado
30 de Junio, para explicar por qué la teoría de Darwin no se sostenía.
Al parecer, en el conato de debate entre Huxley y Owen de
unos días antes, Huxley había afirmado algo del estilo de que lo
importante era la verdad y los hechos, y que para él no significaría nada
personalmente conocer que uno de sus ancestros había sido, por ejemplo, un
gorila. De manera que Wilberforce terminó su discurso el sábado haciendo
una broma al respecto, para convertir a Huxley en objeto de burla, haciendo una
pregunta a Huxley que pasaría a la posteridad y que Wilberforce probablemente
lamentaría más adelante: ¿Preferiría entonces el Sr. Huxley descender de
un mono por parte de padre o por parte de madre?.
Esto dio a Huxley la oportunidad de decir
que antes preferiría ser familia de un simio que de un hombre como el
propio obispo, que utilizaba tan vilmente sus habilidades oratorias para tratar
de destruir, mediante una muestra de autoridad, una discusión libre sobre lo
que era o no verdad, y le recordó que en lo que se refiere a las ciencias
físicas la “autoridad” siempre había acabado siendo destronada por la
investigación, como podía verse en los casos de la astronomía y la geología. A
continuación, atacó los argumentos del obispo y mostró cómo no se correspondían
con los hechos, y cómo el obispo no sabía nada de lo que había estado
hablando. Esa postura acabo de decantar el debate sobre los amigos y
seguidores de Darwin y sus teoría.
Las cosas siempre se exageran con el tiempo, no siendo
cierto que este debate haya creado un antes y un después en la aceptación de
las ideas de Darwin y sus partidarios; sin embargo sí parece haber sido un
punto de inflexión para el cambio que se produjo en las ciencias de la
evolución y en nuestro conocimiento de cómo es el planeta en que vivimos y de
cómo evolucionamos los seres vivos en nuestro tránsito sobre el.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar"evolucionar en el tránsito" es una frase no una palabra sacada de contexto navarro, como os gusta a los borrokas tragiversar. Somos monos evolucionados y cada vez que discuto contigo de esto lo tengo más claro. No obstante veo en ut obstinada manía de criticar el evolucionismo que eres capaz de aliarte incluso con el clero, jajaja, quue jodio ácrata estas echo
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