Tanzania: los elefantes del pantano de Silale
No conozco mayor expresión de felicidad en la naturaleza que la de los elefantes disfrutando de un baño en familia Hay ventanas por las que te puedes asomar a mundos perdidos. Se abren de forma muy breve e inesperada. He tenido esa sensación unas pocas veces en mi vida y, frecuentemente, los elefantes han sido la llave. Me ocurrió en la cueva del Pindal, donde los gravetienses, una cultura europea especialmente ligada a los proboscídeos, pinto al maravilloso “Mamut enamorado”. También he podido vislumbrar una realidad desaparecida, al borde del vasto pantano de Silale , en Tarangire . Caminando parsimoniosamente en fila india por la frontera entre el vasto humedal y la sabana arbolada, pudimos observar una manada de sesenta elefantes. Algunos de ellos, bien en grupo o bien en solitario, se internaban en el pantano para disfrutar de un baño, como sólo saben hacer los elefantes. No conozco mayor expresión de felicidad en la naturaleza que la de los elefantes disfrutando de un ba...





