ECOESCAPADA A POLONIA (IV) EL NATURALISTA: EL ALCE EN BIERBZA
Como vengo repitiendo en esta serie de artículos sobre los
parques de Polonia, probablemente no sea el verano el mejor momento para tener
encuentros con la gran fauna polaca pero si la época ideal si queremos
compaginar biodiversidad, buen clima y horas de luz para pasear por bosques y
reservas.
Uno de los animales más emblemáticos de Polonia y por
supuesto del Parque Nacional de Bierbza es el Alce euroasiático (Alce alce) El alce
es una especie
de mamífero
artiodáctilo
de la familia de los cérvidos.
Es un habitante original de los bosques nórdicos de Europa y Asia que debido a la
intensa caza a que ha sido sometido desde hace siglos, se ha visto en franco
declive pero afortunadamente podemos
decir que todavía hoy nos quedan unos 2 millones de individuos entre Norteamérica
y Eurasia,
repartidos casi al 50%.
Es un animal grande que pude llegar a medir 2,5 metros en la
cruz. Tiene un gran diformismo sexual ya que las hembras no tienen cornamenta y
la del macho puede llegar a alcanzar de punta a punta hasta 3,5 metros, algo monstruosa
y a la vez magnífica para el naturalista. Decía que el verano nos es la mejor
época ya que los animales vagan en solitario por los humedales y debido a la
altura de la hierba es difícil observarlo si no es desde los miradores del
parque. Tuvimos la suerte de observar con los telescopios varios ejemplares
pastando en solitud. En invierno se reúnen en manadas pequeñas de 8/10 individuos
para buscar comidas y protegerse de los depredadores que en Bierbza son básicamente
el lobo y como no, el hombre.
Viven entre 20 y 25 años y rara ves migran salvo por exceso
de individuos en algún territorio. Se alimentan de hojas y de las ramitas de
algunos árboles y arbustos (álamos, alisos, sauces), de plantas acuáticas y de los brotes tiernos de
árboles resinosos. Sus largas patas les permiten alcanzar las hojas de las
ramas altas; para obtener los vegetales acuáticos se hunden hasta la mitad en
el agua, y para pacer a menudo se arrodillan.
El celo de los alce suele suceder entre los meses de septiembre
y hasta noviembre; Una vez acabado el
celo a los machos se les suele caer las cuernas. Las hembras dan a luz una cría
que nace entre abril y junio, en época
de buen pasto. Los alces son casi ciegos y se orientan sobre todo por el oído y el olfato. Si no tenéis
la suerte de verlos en libertad, en la Laguna Roja, hay un centro de
interpretación y varios animales en un cercado que se encuentran allá para su
recuperación y reintroducción.
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