ESCAPADA A LA BIODIVERSIDAD DE NUESTROS PARQUES: RN BRAZO DEL ESTE EN SEVILLA
Una de as últimas paradas en esta escapada a la biodiversidad de nuestros parques de la mano de Ecowildlife Travel, y esta vez en la provincia de Sevilla, justo donde el río Guadalquivir se junta con el río Guadaira ahora que la primavera comienza a calentar de verás y ya se ven los bandos de migrantes prenupciales surcando nuestros cielos.
Es un buen momento para ver a llegada de los milanos negros, el vuelo hermoso de algún águila pescadora y el cruce de bandos de gaviotas picofinas o moritos adentrándose en los terrenos, aún baldíos, que cosecharan el arroz que acabara atrayendo a miriadas de aves a estas zonas húmedas.
En la mañana uno puede deleitarse con el canto de los trigueros en los palos de los cercados y también el ajetreo de los primeros alcaudones comunes que han llegado ya hace unos días y se afanan en alimentarse y en buscar pareja.
Pero es también el momento de deleitarse de los campos llenos de flores donde los pardillos, jilgueros, gorriones y demás paséridos se alimentan sin tregua.
Y entre flores andábamos cuando se nos apareció una de esas rarezas que te alegran el día, un tarro canelo solitario que hizo desbordarse la emoción y al que pudimos fotografiar muy de lejos con el telescopio.
Os dejo todas las fotos en este enlace.
Es un buen momento para ver a llegada de los milanos negros, el vuelo hermoso de algún águila pescadora y el cruce de bandos de gaviotas picofinas o moritos adentrándose en los terrenos, aún baldíos, que cosecharan el arroz que acabara atrayendo a miriadas de aves a estas zonas húmedas.
En la mañana uno puede deleitarse con el canto de los trigueros en los palos de los cercados y también el ajetreo de los primeros alcaudones comunes que han llegado ya hace unos días y se afanan en alimentarse y en buscar pareja.
Pero es también el momento de deleitarse de los campos llenos de flores donde los pardillos, jilgueros, gorriones y demás paséridos se alimentan sin tregua.
Y entre flores andábamos cuando se nos apareció una de esas rarezas que te alegran el día, un tarro canelo solitario que hizo desbordarse la emoción y al que pudimos fotografiar muy de lejos con el telescopio.
Os dejo todas las fotos en este enlace.
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