35 AÑOS DEL ASESINATO DE DYAN FOSSEY:GORILAS EN LA NIEBLA
“El ruido precedió a la vista, y el olor precedió a ambos en forma de un penetrante hedor de establo y almizcle, pero que también recordaba al olor humano. De pronto, una serie de gritos agudos rompieron el aire y les siguió el sonido rítmico producido por los golpes secos que un gran espalda plateada se daba en el pecho. (…) Mirando a través de la vegetación, pudimos distinguir un grupo de primates negros de cabeza peluda que nos miraban curiosos. Sus ojos brillantes se movían nerviosos bajo pobladas cejas mientras trataban de identificar si éramos amigos familiares o posibles enemigos. Inmediatamente me quedé atrapada por la magnificencia física de estos enormes cuerpos negros que contrastaban con el verde del espeso follaje del bosque”.
Así recogia la malograda zoóloga Dian Fossey su primera experiencia con los gorilas de montaña. Eso sucedió en las montañas Virunga, y lo dejo patente en su famoso libro "Gorilas en la niebla". De su asesinato se cumplen este mes de Diciembre, el día de San Esteban, 35 años.
Este video no os lo podeir perder
Primero se les huele y luego se les oye, al final comienza a aparecer la familia por el tupido bosque, nos quedamos hipnotizados. Solo se nos permite estar una hora con ellos, pero, os puedo confirmar que en esa hora uno pierde la noción del tiempo. Les vemos como se desparasitan, como se mueven entre las cañas y entre la vegetación o como se acercan al arroyo a beber. Nos olvidamos que los mosquitos y las moscas zumban a nuestro alrededor, solo al ver el video me di cuenta que tenía los brazos comidos de picaduras.
La fotografía que acompaña el texto, describe mi estado tras mi primer encuentro con los gorilas de montaña en libertad, me acompañan dos rangers, uno armado con un viejo fusil y la otra con una tímida sonrisa, con esas armas protegen a los escasos gorilas de montaña que quedan en cautividad. El vídeo de arriba recoge esa emoción con más detalle, una hora pase junto a ellos, una escasa hora que palió muchos años de espera.
Llegar hasta ellos es un reto, entre tres y seis horas de caminata por una selva densa y húmeda. Y al tenerlos frente a ti, te quedas impactado. Al mirarlos, llegas a tener la real sensación de que detrás de esos brillantes ojos anaranjados, de inquisitiva mirada en los mayores y burlesca en los pequeños, hay alguien extrañamente familiar. Mi padre que nunca estuvo en África, sintio escalofrios delante del vidrio que nos separaba de Copito de Nieve en el zoológico de Barcelona. Nunca más quiso volver allá.
Desde que en 1988 la película americana nos enseñase la lucha de Dian Fossey en favor de la protección de los grandes simios del bosque, hemos ido tomando conciencia de la necesidad de protegerlos. De los 250 ejemplares censados en la década de 1970 se ha pasado a cerca de 900 en la actualidad. Parecen muchos pero no lo son, todavía se ha de andar mucho camino.
Los organismos y organizaciones internacionales y los propios gobiernos locales de Ruanda, Congo y Uganda pusieron un marcha una ambicioso plan, los primeros por que era su misión, los segundo s,paises pobres de centro África enfrascados en guerras y genocidios, por asegurar los ingresos que genera el turismo de naturaleza.
Actualmente en toda Uganda y Ruanda solo se autoriza la visita a los gorilas a 120 personas por día y país y cada permiso cuesta, según la temporada, entre 450 y 600 euros en Uganda y 1.300 euros en Ruanda. Un precio alto, pero con ese dinero se colabora a la protección de nuestros primos hominidos. En el Congo en constantes guerras, no es aconsejable ir a verlos.
De todos nosotros depende que nuestros hijos puedan llegar a ver estas maravillas de la naturaleza. El próximo mes de Julio, volvere, si el COVID lo permite, con un grupo de expedicionarios para ver de cerca esta habitat único y sus colosos habitantes. Si te apetece juntarte a esta aventura, aquí tienes toda la información.
El comentario sobre lo que sintió el padre, cuando fue a ver a Copito de Nieve, puedo comprenderlo, se vió a sí mismo enjaulado.
ResponderEliminarNo se lo que le paso por la cabeza, me pidio que lo llevara y luego nunca más hablamos del tema, imagino que como a tantos aquella escena le resulto dura y ver un animla tan parecido anosoros, con su escasa cultura, lo acabo de desarmar. Gracias Carmen por colaborar en el blog
EliminarNo se puede enjaular a un animal salvaje, de hecho a ningún animal. Creo que hoy dia no tiene sentido la existencia de los zoos. En la era digital han perdido el status de centros educativos y divulgativos. Si se puede, no hay nada como ver a los animales salvajes en su habitat, siempre con el máximo respeto, y si no se puede pues no pasa nada
ResponderEliminarAsi es Ana, mi abuelo tenía canarios enjaulados y otras aves, un dia en el campo, le enseñe a escucharlos en libertad, yo era pequeño pero recuerdo que jamas volvió a enjaular a esas pequeñas aves. Hoy tenemos documentales que nos traen la fauna salvaje a nuestra casa, no tienen sentido y los que aún hoy llevan a sus hijos a los zoologicos no lo han entendido todavía, los chavales han de crecer con unas nuevas formas de pensar y hacer, no pueden vivir con la misma que nos enseñaron a nosotros, imagino que todo se andara, despacio pero se andara. gracias por colaborar en el blog
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