Y AL FINAL SOLO QUEDA EL REGRESO Y EL RECUERDO

Y después de un gran viaje de fauna, cultura y naturaleza, una más al continente africano, hacemos la maleta sin prisas y entre ropa sucias y material fotográfico, vamos guardando también los recuerdos. Los recuerdos que nos llevamos y que nunca olvidaremos.

En la vieja maleta guardo mi chaleco de viaje lleno de polvo y barro, las viejas botas casi descosidas y las guías de fauna que un día forré y que hoy me lo agradecen de nuevo. Tambien las acuarelas que esta vez no he utilizado mucho. Pero al guardar la ropa, sus olores me traen momentos, de safaris a pie, de noches en vela, de charlas animadas en la hoguera con los masais, de los "panatellas" que fume al calor de la hoguera, de las fotos que he vivido y los instantes a los que retrate; del olor a lluvia en la sabana y de curry en la comida y los sonidos de los niños que sonríen y el bullicio de Nairobi. Y los colores que nunca podré dibujar ni copiar, los colores de África.

Me voy despacio pero mis retinas se van llenas de recuerdos y mi corazón de felicidad.