DÍA MUNDIAL DEL RINOCERONTE: RINOCERONTES SIN FRONTERAS
La llanura sin fin tiene aquí en
su mayor parte una línea recta imaginaria de cientos de kilómetros que marca la
frontera entre Kenia y Tanzania, una delimitación artificial fruto de la
política de descolonización y que nosotros sólo podemos percibir por los
mojones de piedra con las iniciales de ambos países, uno por cada cara. Desde
los años setenta del SXX, han existido tensiones en esta frontera, algunas de
ellas por el tránsito de ganado masái a un lado y otro de esa línea impuesta a
los habitantes históricos de una sabana sin fronteras por definición.
Cris, nuestro guía kikuyu nos
conduce en un safari que nos hace entrar y salir de un país al otro, del MasaiMara al Serengueti, en busca de las grandes manadas de ñus y cebras que no
entienden de fronteras políticas sino de las lluvias que renuevan los pastos
que siguen en su eterno movimiento circular por la sabana.
De repente acelera nuestro
vehículo y sé que la emisora acaba de cantar uno de esos cinco grandes tan
buscados por los safaris. Los guías de safari se comunican en swahili, pero
además tienen su propio código en el que llaman a los animales más importantes
no por su nombre tradicional en ese idioma sino por otras claves, que además
van cambiando. En este caso, es importante que alguien que escanee la
frecuencia no entienda de que están hablando, pues se trata de uno de los
colosos más vulnerables y en mayor peligro del planeta. La palabra utilizada
significa “ángulo” en esa jerga profesional y hace referencia al cuerno que
porta sobre su hocico. ¡Un rinoceronte negro!
Sorprendentemente, un magnífico
macho de rinoceronte negro pasta tranquilamente en medio de la mayor planicie
del planeta. En este caso, nuestro rinoceronte negro, que se llama así por
oposición al blanco, que tampoco es blanco, sino llamado así por un error
lingüístico cometido por los colonos británicos sudafricanos, es efectivamente
muy oscuro pues se ha bañado en los fangos negros del Serengueti.
Como la manada mixta de ñus y
cebras que encontramos en el sitio, el rino pasta la hierba crecida por las
lluvias cada vez más imprevisibles. Aunque es un ramoneador típico, habitante
de las espesuras espinosas que prefiere frente a los espacios más abiertos, no
desdeña la ocasión de alimentarse de las leguminosas frescas y nutritivas que
encuentra en la sabana durante esta estación. Para hacerlo, el gigante coge los
haces de hierba con sus labios prensiles, con la misma delicadeza con la que
seleccionan los brotes tiernos de las acacias entre las aceradas espinas, uso
más habitual para el que la evolución los ha seleccionado.
Esto ocurre para nuestra fortuna,
porque, contrariamente al blanco, de características muy opuestas, el negro es mucho
menos gregario y más tímido, nocturno y forestal. No somos conscientes de lo excepcional
que es tener a un rinoceronte negro en lo abierto y a las cuatro de la tarde.
No puedes observar a un rinoceronte sin prestar mucha atención a sus cuernos, esos formidables apéndices de queratina que han despertado nuestra codicia inútil y que han convertido los lugares donde viven en sangrientos campos de exterminio. Su existencia pacífica, incluso en los espacios naturales custodiados por fuerzas armadas, se ve constantemente amenazada por el crimen organizado internacional que comercia con sus cuernos. Este macho tiene dos cuernos realmente impresionantes, ébano pulido al frotarlo insistentemente en los termiteros que los rinos utilizan de afiladero.
Afortunadamente, parece que Kenia
tiene bastante controlado el furtivismo que atenta contra los rinocerontes que
aún viven en el interior de sus parques y reservas. Un ranger me había comentado
esa misma mañana, en un destacamento fronterizo cercano que, desde que
patrullan la raya, los furtivos que llegaban desde Tanzania han dejado de
operar impunemente en el sur del Masai Mara. Quizás aún hay esperanza para los
últimos rinocerontes africanos.
Poco a poco, el rinoceronte, como un peñasco oscuro que vaga por la llanura, se aleja de nosotros cruzando la frontera junto a uno de los mojones que la señalizan. En Navidad salimos en una nueva expedición a buscarlos, si nos quieres acompañar tienes la información en este enlace.
muy interesante, estaría bien que explicaras que es eso del "angulo"
ResponderEliminarHacen referencia al ángulo que forma el cuerno con el hocico. 🕒
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