INDIA: LEOPARDOS URBANOS EN JHALANA


Varios gypsys(pequeños todoterrenos) nos agolpamos al pie de una ladera en la misma entrada de la reserva de Jhalana. En la ladera hacia la que miramos, a 40 o 50 m., un leopardo joven está metido entre la hierba. Nosotros apenas lo entrevemos pero una de sus presas potenciales le ladra alarmando desde los cercanos tejados de Jaipur. A nuestra espalda, hay un rodal de un par de hectáreas donde se están llevando a cabo trabajos forestales. La valla de la reserva limita con el barrio de la ciudad contiguo a este espacio natural urbano. La tala a matarrasa ha dejado un claro diáfano que le permite a un langur observar a nuestro leopardo y lanzar su alarma corta y seca desde la segura atalaya del terrado de una casa, justo donde la ciudad se topa con la jungla.

El felino sale de su escondite con timidez y clava sus ojos turquesa en el mono chivato y desaparece en la espesura.

Esta maravillosa observación tuvo lugar el pasado 6 de diciembre en el bosque que limita (literalmente) con la ciudad de Jaipur. Y con ella dio comienzo una racha de observaciones en las que pudimos contemplar a dos ejemplares más en el intervalo de las dos horas siguientes, durante un atardecer que no olvidaremos nunca. Un macho dominante bebiendo en uno de los abrevaderos que la administración forestal ha dispuesto por la reserva (alimentadas con placas solares) y una hembra, madre del joven del langur, echada en el bosque al amparo de las últimas luces del día.

Un vídeo sobre los leopardos de Jhalana

Que este sea el sitio con una de las densidades más altas de leopardo del mundo y que se observe con relativa facilidad, siempre teniendo en cuenta su timidez y su discreción proverbial, se debe seguramente a la ausencia de tigre en este antiguo cazadero de los marahas de Jaipur. Hemos podido observar y así lo describe la literatura científica, que allí donde el leopardo no coincide con tigres o leones en los hábitats, estos adoptan el comportamiento más olímpico de aquellos. Comportamiento que exhiben las panteras de las colinas rocosas del Jawai y las de la reserva que nos ocupa.

La densidad altísima de estos leopardos urbanos y su condición de superdepredadores en Jhalana propició que empezasen a recorrerse sus caminos en busca de observaciones. Esta afluencia de turistas, naturalistas y fotógrafos ha suscitado la necesidad de regular los safaris porque ya empezaba a existir cierto descontrol.

Así, recientemente se ha construido una valla alrededor de los 20 km2 del corazón del espacio, más que nada para impedir incursiones ilegales por parte de la gente. También se ha construido un pequeño centro de interpretación justo a la entrada y, muy importante, se ha formado a un cuerpo de guías/conductores expertos y se les ha dotado de unos cómodos y “verdes” todoterreno eléctricos. Estos vehículos son pioneros y hacen de los safaris algo silencioso e inmensamente menos contaminantes que los clásicos “gypsies”.

Los guías de Jhalana no tienen nada que envidiar a los de otros lugares de la India donde hay mayor tradición en este tipo de turismo de vida salvaje. Nuestros colaboradores allí, Hemant y Mayank, son dos perfectos ejemplos de ello.

Otro archivo de vídeo sobre estos magníficos leopardos de ciudad

Mientras nuestro grupo volvía a España, ha ocurrido allí un episodio conflictivo, normal en una ciudad en la que cinco millones de habitantes coexisten con 20 leopardos urbanos. Uno de estos gatos hizo una incursión de tres días por el barrio contiguo a Jhalana. El episodio se saldó con un guarda forestal, que lo rastreó con éxito, seriamente herido por el animal y la alarma social correspondiente, con despliegue de vecinos y medios de comunicación en los terrados del vecindario (un poco como el langur chivato del que hablamos antes). Afortunadamente, el leopardo fue localizado, sedado y capturado, para ser devuelto a su bosque con la colaboración experta de nuestros guías. Muy acertadamente no se ha identificado públicamente al animal en concreto y yo no dejo de preguntarme si no se tratará de nuestro joven y tímido macho, que buscó en la ciudad una oportunidad lejos de la alta densidad de machos dominantes de Jhalana.

En Semana Santa volvemos de nuevo tenéis toda la información en este enlace.

JOSÉ CARLOS DE LA FUENTE





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