Kenia y Tanzania: Suajili para muzungus. En el suelo y en los árboles.

Los leopardos africanos  pasan buena parte de su vida en los árboles. Los utilizan como refugio para descansar, como despensa, para atalayar e incluso como plataforma desde la que cazar.

Si has hecho un safari por África oriental convendrás conmigo que uno de sus grandes misterios por desvelar aún por el “muzungu” medio es el lenguaje que utilizan los guías locales por la emisora. De poco te sirve conocer los nombres de las especies en Suajili, poético cajón de sastre que se habla en esta región del continente. Los guías incorporan constantemente expresiones para nombrar a las especies objeto del interés de los viajeros occidentales que viajamos allí.
El código de la emisora de los guías ha encontrado cierta relación entre las hienas y la política.

 Por ejemplo, nombraban a la hiena con el nombre de un candidato a la presidencia que hablaba de los testículos ocultos de esta especie como ejemplo de no sé qué. Su conocimiento profundo de las especies y ese sentido lírico que les da su visión del mundo produce nombres con una bella sonoridad y muy sugerentes, con muchas capas en algunos casos, que me fascinan. Félix le dedicó mucho tiempo a la palabra chui, que es leopardo en suajili, y si lo escucháis en la tranquilidad de la noche entenderéis como de chamánica era su narrativa. Es precisamente al leopardo a quien los guías de Kenia dan una de esas bellas denominaciones, cuando no quieren desvelar datos por la emisora: “El que está en los árboles”. Porque es en los árboles donde hay que buscar a los leopardos africanos. Chui se refugia en los árboles, descansa en ellos, los utiliza de despensa, se comunica a través de ellos, vigila desde ellos, los utiliza para cazar… piensa sobre sus ramas. Dejamos al leopardo concentrado en sus cavilaciones, sobre las ramas de una acacia tronchada por los elefantes y continuamos con nuestro safari por Samburu, mientras la emisora suena de fondo. 
El guepardo es la quintaesencia de la belleza felina.

La familia de guepardos, hembra y cachorros, recorre la estepa arbustiva con el sol ya alto en el cielo. Sus recorridos van de sombra a sombra, de acacia en acacia. La madre los guía, los llama con ese reclamo pajarero suyo cuando se quedan atrás indolentes y marcha con paso decidido sin derrochar energía. Por el contrario, los jóvenes esprintan detrás de presas imposibles. Aprendices exhibicionistas como un adolescente con su primera moto. Un garañón de cebra de Grevy, facoceros y un cob acuático son objeto de sus insensatas persecuciones. En una publicación anterior comentaba la sabiduría pragmática y lírica de los nombres que los guías locales le dan a las especies en su código interno. Si el leopardo es “el que está en los árboles”, al guepardo, en contraposición a éste, le llaman “el que está en el suelo” con una de esas frases suajili cortas, sonoras y evocadoras. No deja de ser muy hermoso, pues Duma ha optado por ser el vertebrado terrestre más veloz, pero ha tenido que sacrificar la imponente musculatura del leopardo y sus garras retractiles para ello. Esas armas que le permiten a los grandes félidos cazar al acecho son las que habilitan al leopardo hacer buena parte de su vida en las copas de las acacias y su ausencia es la que le proporciona al guepardo la capacidad de correr más que nadie. Teorías evolutivas aparte, nadie se recuesta en el suelo con la elegancia de patricio romano de Duma. 
Muchos rasgos morfológicos y comportamentales diferencian a Duma de Chui y nuestros compañeros kikuyu los distinguen con bonitos epítetos en suajili.

Estoy seguro que los códigos han debido de cambiar y que, en nuestro próximo viaje a los maravillosas sabanas y estepas de Kenia y Tanzania volveremos al juego de intentar descifrar el enigmático lenguaje de nuestros compañeros. Un ingrediente más para el coctel de exotismo y misterio del safari.

En esta PODCAST de nuestro canal de Youtube, comentamos esos y otros temas con el autor

Comentarios

  1. 🌍 Quería compartir con vosotros como me a parecido el texto sobre la vida salvaje en Kenia y Tanzania. Describe de manera cautivadora la conexión poética entre los guías locales y los leopardos y guepardos. ¡Te transportará a la majestuosidad de la fauna africana! 🦓🐆

    La verdad es que es muy interesante como describe la vida de los leopardos africanos en los árboles durante los safaris en África oriental, enfocándose en el lenguaje utilizado por los guías locales.

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    1. Hola, David. Soy José Carlos, el autor del texto. Es uno de los comentarios más bonitos que he recibido. Sin duda, hay una conexión especial entre la fauna salvaje y los guías, que se remonta a el origen de nuestra especie. Le ocurre sobretodo a los que sienten su trabajo.

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    2. Creo que para ir de safari tienes que intentar comprender la vida de los animales, pero también la de las personas que coexisten con ellos.
      Gracias por tu comentario. Un abrazo. José Carlos.

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  2. La comunicación, sin duda, es parte esencial en el aprendizaje de todas las especies y, aunque a veces se nos olvide, no somos más que un animal más en el planeta, evolucionado, pero animal. Hace unos días veía como un elefante asiático hembra salvaje, daba las gracias con la trompa a unos operarios que rescataban a su hija que había caído en una zanja, lo hacia con su idioma de elefante utilizando la trompa, es símbolo de conocimiento y sentimiento. Algo que estamos olvidando los humanos, cuando camino por el monte y voy en bici, mucha gente evita la mirada al cruzarnos para no tener que dar los buenos días, asi somos. Gracias por el post amigo.

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