LUNES SANTO: PASADO POR AGUA. ESCAPARATES DEL MUNDO

Un año más el agua se convierte en protagonista indiscutible de la semana santa sevillana y moja pasos, hermandades, nazarenos, fieles y turistas, que como yo, venimos a ver esa enorme capacidad de los sevillanos en reinventarse cada año y atraer más público, ofreciendo un mismo espectáculo cultural: la pasión desbordante de sus gentes recorriendo las calles en pos de las imágenes de sus vírgenes y crucificados más famosos. Pero el agua, como les digo, mojo el lunes santo.

Los turistas huían despavoridos ante la tormenta, los nazarenos mas pequeños se refugiaban con sus padres en los portales y bares y los fieles, "capillitas" y hermanos, aguantaban estoicos el chaparrón mientras los auxiliares tapaban con plásticos las imágenes y los costaleros aceleraban el paso de aquellas que se habían atrevido a salir para refugiarse en iglesias hermanas o capillas cercanas. Un desastre para la mayoría. Se veían muchas lágrimas de emoción.

Pero como nunca llueve a gusto de todos, los bares y cafeterías se llenaban de gentes a esperar por si "escampaba" y en la Plaza de la Campana, en la antiquísima cafetería del mismo nombre, tomamos refugio y pudimos admirar uno de los escaparates más bellos de esta engalanada Sevilla, un escaparate que, como otros de esta sección, dará la vuelta al mundo. Una auténtica cofradía sevillana con nazarenos de chocolate y figuritas de azúcar, una maravilla hecha arte culinario. Y contemplando el escaparate se nos fue este lunes sano lluvioso, que espero que hoy amaine y nos traiga a San Benito a la calle.

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