VIAJAR CON NIÑOS EN TENERIFE: HISTORIAS DE VOLCANES Y DEMONIOS DEL INFIERNO


Es quizás la excursión más buscada de la isla. Subir hasta las estribaciones del Teide, la cumbre más alta de España, y desde allá poder contemplar las vistas más hermosas de este paraíso canario,. Descubrir las islas hermanaS de Gran Canaria, La Gomera, La Palma y El Hiero, "volar" en el funicular, "respirar" la profunda acidez del azufre caliente pensando que en el inframundo todavía existen demonios a punto de escapar..., historias y leyendas de Guanches que nos conmueven.


El Teide es un volcán  con una altura de 3.718 m sobre el nivel del mar y unos 7.000 m desde el fondo del océano Atlántico. Es el pico más alto de España. Es también, desde finales de 2007 uno de los Doce Tesoros de España y está catalogado como Patrimonio de la Humanidad desde el 28 de julio de 2007. De este enorme edificio basáltico se cuentas muchas historias y entre ellas, que el Almirante Cristobal Colón durante su travesía por Canarias, la noche del 24 de agosto de 1492, escribió en su cuaderno de bitácora:


“El Almirante decidió el 23 de agosto volver con sus dos barcos a Gran Canaria. Zarpó al día siguiente y pasó aquella noche cerca de Tenerife, de cuya cumbre, que es altísima, se veían salir grandísimas llamaradas de lo que maravillándose su gente les dio a entender el fundamento y la causa de tal fuego, aduciendo al respecto el ejemplo del monte Etna en Sicilia, y de otros muchos montes, donde se veía lo mismo". Esa historia, cuenta que estuvo a punto de dar al traste con la expedición ya que muchos marineros, ignorantes y simples, creyeron ver en esos fuegos las puertas del mismo averno y querían volver a casa. Por lo que luego paso en el devenir de los tiempos, parece que el almirante no le dio mucho crédito a esos comentarios.


Para los guanches, el Teide siempre ha tenido un alto valor mitológico. Estos hombres y mujeres que habitaron las tierras del Teide antes de la llegada del castellano, (Guan, Persona y Chinech, denominación antigua de Tenerife, es decir los aborígenes tinerfeños), el volcán Teide era su monte sagrado y tenía el nombre de Echeyde que, tras su adaptación al castellano, derivó en el nombre actual de Teide que significaba “Infierno”,  pues este volcán estaba considerado como una de las puertas que comunicaban con el inframundo subterráneo, es decir con el infierno.



Los guanches consideraban a la montaña de Echeyde como el lugar en que habitaba la figura maligna de Guayota que era la principal de las entidades mitológicas y la más siniestra de todas en las que creían los antiguos pobladores de Canarias. El nombre “Guayota” puede derivar deWa-Yewta que significa “Destructor”, sin duda por su catastrófica y demoledora actividad volcánica.

Sea como fuere, y sin tanto miedo, ascendimos desde Vilaflor para conocer el mito geológico y de buen seguro que no defraudo: las coladas del mal país de Ucanca sorprendieron a los más pequeños, los azulejos de azufre nos llevaron a los fondos de donde el magma caliente aún hace templar la isla, los Roques de Garcia nos hicieron entender la actividad erosiva del viento, pero, sin duda, fuer la ascensión en el funicular y pasear por la laderas del Teide hasta el mirado del Pico Viejo, lo que más sorprendió y gusto a los más pequeños.
Os he dejado más fotogafía  y dibujos de esta "ascensión" al Teide que hemos hecho de la mano de Familas en  Ruta en este enlace y otra historia de ballenas y piratas en el sur de Tenerife en este otro enlace. 

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