PARQUE NACIONAL NAGARHOLE(III): NAVEGANDO EL RIO KABINI


La Ley de la Selva, que nunca ordena nada sin motivo, prohíbe a todos los animales comer carne humana...Aunque la verdadera razón por la que se prohíbe es que matar hombres significa, tarde o temprano, la llegada de hombres blancos a lomos de elefantes, armados con rifles, y cientos de hombres de piel oscura con gongs, cohetes y antorchas. Entonces todos los habitantes de la selva sufren.

"El libro de la selva" (1894), Rudyard Kipling

Y eso lo saben bien en esta tierras de Karnataka donde hombres y bestias comparten espacios comunes, no solo dentro del parque donde los hombres atraviesas la carretera que lleva hasta el vecino estado de Kerala, sino a las orillas del rio Kabini y del pantano que acumulan sus aguas donde pastan sus vacas y ovejas confundidos entre manadas de ciervos y elefantes. Shere Khan sabe que si caza en estas orillas, los hombres le perseguirán hasta el interior de la selva y a su paso traerán desgracias para todos sus habitantes.

Navegamos plácidamente en un bote con otros turistas, algunos naturalistas, otros quizás solo turistas. Hacemos un safari diferente, desde el barco nos permite acercarnos a los animales y aves que sestean o pastan en la orilla. Un enorme cocodrilo (Cocodrylus palustris), bosteza en la orilla. No es buenA época para la aves pero aún así, citamos decenas de ellas sobre todo las águilas pescadoras y las gaviotas y charranes de río. Las curiosas cigüeñas de Woody son la especie más numerosa en estos meses. Manadas de ciervos moteados pastan en la orilla confundidos con las vacas de los granjeros.

Un extraño movimiento me sorprende en el río a cierta distancia. Mis prismáticos avisan de que posiblemente son nutrias. Eso da buena esperanza de la salud de este enorme acuífero, lo anuncio y nuestro guía, el típico funcionario indio (el gran mal de la India en general y no la pobreza) que solo reconoce las especies que al publico gustan como elefantes o predadores, sentencia " No hay nutrias en el río". Cuando nos acercamos, tres hermosos cachorros de nutria lisa ( Lutrogalle perspicillata) vigilan el sueño de su madre en la orilla. Los naturalistas gritamos de alegría, los turistas nos miran curiosos, el guía ni siquiera me mira ( el otro gran mal del funcionario indio, el orgullo y el temor al ridículo). Este avistamiento acabó luego en la noche en celebración de cervezas frías y cacahuetes picantes y añadiendo amigos a mi lista que no me canso de engrosar.

Seguimos oteando la orilla buscando el gran objetivo, el elefante que viene a bañarse en la tarde al río y al fondo, aparece una manada de hembras con sus crías. El elefante indio (Elephas maximus) o Hathi en lengua local, ha dominado estas tierras húmedas desde tiempo pretéritos, cazado, desplazado, domesticado, el animal más grande de Asia hoy camina seguro, las leyes de los hombres lo protegen. Pero el miedo se le nota en cuanto aparece el humano, sigiloso, pese a su volumen, desaparece en el bosque y no duda en embestir si el peligro puede acecharle. Vemos marchar la manada, pero un enorme macho con colmillos sale a la orilla y a grandes pasos intenta alcanzar a la hembra, no esta en celo pero busca compañía. Las hembras con crías no quieren saber nada de él y desaparecen.

El macho tiene un colmillo roto, pero los tiene. Una adaptación del animal hizo que durante el pasado siglo los machos nacieran sin colmillos en algunas zonas de India. En el Parque Nacional Periyar, el furtivismo fue el causante de esta adaptación, esos elefantes son llamados  «makhnas» por las tribus locales. El elefante asiático esta clasificado «En Peligro» de extinción por la UICN, el elefante asiático se encuentra confinado en la actualidad casi a India, con una población estimada de entre 26.000-30.000 ejemplares, dado que los números para la especie en Bangladesh, Bután, Nepal y Sri Lanka son muy pequeños.

La red Traffic Internacional considera al tráfico ilegal de vida silvestre como el cuarto crimen transnacional más lucrativo del mundo, generando 17.000 millones de dólares cada año.

Los machos de elefante asiático son cazados por sus colmillos (las hembras no tienen). Y su efecto ya se está dejando notar en el declive poblacional de la especie, ya que en el sur de India, por ejemplo, el ratio de macho por hembra ha disminuido de 1:52 a 1:100, cuando la media viable para la supervivencia de la especie suele ser de 1:8.

Por eso, en este parque, la nutria nos dio alegría pero ver al jefe Hathi perseguir hembras nos lleno el corazón de alegría. La lucha debe continuar, pero hoy somos felices de ver a estos elefantes con colmillos volver a barruntar en el parque. Marchamos con el sol cayendo en el horizonte después de que un enorme chaparron y un viento de monzon moviera nuestro bote y con las bandadas de aves buscando sus dormideros.

Os he dejado más fotografías en este enlace y en nuestro calendario de fauna, tenéis las próximas salidas a India en busca de fauna.

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