LA RIOJA ALAVESA: LAS FÁBULAS Y EL VINO DE SAMANIEGO

Felíx Maria de Samaniego fue un alavés célebre, escritor que alcanzó la  fama por sus Fábulas morales. Perteneció a una familia noble y rica, estudió derecho en la Universidad de Valladolid, pero fue en la cuna de la libertad, Francia, donde se entusiasmo por la literatura y la escritura. Francia andaba ilustrada y protestona y nuestro fabulista emprendió una carrera vasta y larga. Las fábulas escritas para que sirvieran de lectura a los alumnos del Real Seminario Patriótico Vascongado de Vergara son su obras más conocidas. En 1781 se publicaron en Valencia los cinco primeros libros con el título de Fábulas en verso castellano, y en 1784 apareció en Madrid la versión definitiva, titulada Fábulas morales y formada por nueve libros con 157 fábulas.  Hoy, su memoria es recordada en su pueblo, Laguardia, y en su casa natal, una bodega le rinde homenaje y nos lo recuerda en un paseo por viejas bodegas donde, aún hoy, se embotellan 40.000 preciados cristales con dibujos y lecturas de aquellas pasiones ilustradas.

Vsitamos cada temporada de vendimia, las bodegas que fueron propiedad de su familia, Bodegas el Fabulista. El vino de Bodegas el Fabulista es como la obra de Samaniego, bonachón y un poco "amoral", se cultiva y cosecha tradicionalmente para luego pisarse como antaño y elaborarse por el método de maceración carbónica. Recorrer la bodega (el "calao") que discurre por debajo de las calles empedradas de Laguardia, es un placer reservado a pocos, ya que la mayoría de visitantes prefieren las imponentes bodegas de Ysios en la misma ciudad (levantadas por el indómito Calatrava) o las modernas y espectaculares de Marqués de Riscal (del ínclito Frank Gehry). Pero son realmente las bodegas del Fabulista las que cosecharon la admiración de los viajeros, no solo por la antigüedad y cariño con el que se conservan, sino por la sapiencia y bien hacer de sus actuales colaboradores de los que podemos aprender y apreciar en una hora, el arte de cosechar uvas y producir vino en esta hermosa zona. 

El  museo del vino de Villa Lucia

Como complemento a la visita, solemos acercarnos a comer a Villa Lucia, en la entrada del pueblo, donde un pequeño museo nos invita a conocer la tradición vitivinícola de Laguardia y un corto de animación nos recrea en las virtudes del vino y estas tierras. El corto es en 4d y merece la pena. Entretenido. Tras ambas visitas, se ha de recorrer a pie la viña, captar sus olores de otoño, sus colores de paleta en ocres, amarillos y anaranjados y sobre todo, se ha de recorrer las estrechas calles del pueblo para probar sus caldos y, no se lien, si la gente local pide el vino "cosechero", el del año, háganlo ustedes también, tiene buen precio y es de excelente calidad, recién arrancado a la botellas.

En Septiembre y Octubre tenemos dos salidas nuevas al lugar.Les he dejado más fotos y más inforamción en este enlace.




La guardia desde las viñas

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