LOS NIÑOS HUERFANOS DE NEPAL, SOS VILLAGE LE KAVRE
SOS VILLAGE LE KAVRE es un lugar en las afueras de Katmandú donde viven casi 400 niñ@s. Niñ@s huérfanos que la vida les quito su bien más preciado, la familia. SOS ALDEAS INFANTILES construyó allí un lugar para la esperanza, un pequeño paraíso donde esos niñ@s buscan la felicidad en una tierra, Nepal, donde a veces uno se va a la cama sin cenar, a veces no, como dice la canción, “ muchas veces, más de cuatro veces”.
Ya llevo recogidos 3000 euros para comprar un generador, solo me faltan 2000. Quiero pensar que antes de Navidad conseguiré ese generador para que los niños de Le Kavre, en las afueras de Katmandú, puedan tener luz y puedan estudiar y algún día puedan salir de allí para buscarse un futuro por si solos. No mejor, ya que los niñ@s de Le Kavre son muy felices.
Los que queráis ayudarme en este empeño, ya sabéis donde estoy. Tenéis más fotos en http://www.facebook.com/pages/Viaje-Vinzeo-Nepal-2010/176132282413190?v=photos&ref=ts#!/album.php?aid=47883&id=176132282413190
Pero en Le Kavre, los niñ@s no están tristes. Los niñ@s tienen las sonrisas más hermosas de cuantas he visto en Asia. Juegan al fútbol y a las casitas cada día, estudian seis horas diarias, llevan uniformes de escuela, se lavan cada mañana, se peinan, los mayores cuidan de los pequeños, los pequeños juegan con los mayores, sus madres adoptivas juegan con todos, los profesores juegan con cada uno de ellos, los turistas que vamos jugamos con ellos y sus profesores. En Le Kavre, a las afueras de Katmandú, los niñ@s han encontrado un paraíso en la tierra.
Un lugar donde la esperanza, la única medicina del mundo que se administra por la oreja, se instaló para vivir y quedarse. En Le Kavre, yo he llorado con todos y cada uno de esos niños, pero no de pena, no ¡jamás!, en Le Kavre he llorado de risa con sus ocurrencias, he llorado con la comida picante a la que me han invitado, he llorado cuando les he dejado mi cámara de fotos, con sus composiciones, he llorado por que me tenía que ir y me gustaría vivir con ellos, en Le Kavre he llorado porque nuestros niños y niñas no saben lo que se pierden cuando la “play” les mata la imaginación. En Le Kavre, a las afueras de Katmandú, los niñ@s no tiene televisor pero saben jugar con marionetas a las que hacen danzar frenéticas danzas de alegría.
En Le Kavre a las afueras de Katmandú, hay un cartel en la entrada que reza: “ Todos los niños del mundo, son nuestros niños”
Cuando marchaba, un niño de diez años me cogio la mano y allí debajo del cartel de los niñ@s del mundo me dijo: “Baba José, anoche se volvió a ir la luz y no pudimos estudiar”. En Le Kavre y en todo Katmandú se va la luz por la noche. Yo le pregunté: “Y tuviste miedo” y el pequeño riendo a mandíbula batiente me dijo “que va Buba José, los niños de Le Kavre, en las afueras de Katmandú, no tenemos miedo a la noche, tenemos a nuestros “hermanos y mamas” que nos cuidan y no tenemos miedo, lo único que cuando se va la luz no podemos estudiar y si no estudiamos no podremos salir nunca de aquí”.
Los que queráis ayudarme en este empeño, ya sabéis donde estoy. Tenéis más fotos en http://www.facebook.com/pages/Viaje-Vinzeo-Nepal-2010/176132282413190?v=photos&ref=ts#!/album.php?aid=47883&id=176132282413190
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