Quedan tan solo unos 400 ejemplares en todo el mundo, la mayoría en Catalunya y muchos de esos en la reserva de Fuives, en el Alt Bergueda. El Burro Catalan (Equus africanus asinus), es único en el mundo y por ello hoy lo traigo a estas páginas.
Un día alguien llevo un burro catalán a América y más tarde se convirtió en el padre de la mayoría de las mulas que cruzaron el continente a la conquista del oeste. Por su robustez y dureza era el mejor aliado para las largas travesías y los pesados fardos. Más tarde alguien lo hizo un icono nacionalista frente al toro ibérico. Le fue bien en esa época, los colegios subían hasta Fuives a visitarlos, muchos se acercaban a sacarse una foto con ellos y hasta se vendieron ejemplares a 6.000 euros la pieza. Un éxito que hace que la página oficial de Fuives, anime a todos a comprar un burro.
Pero desafortunadamente para la familia Gasso, sólo son ruido de sables. Ellos siguen empeñados en sacar adelante el proyecto y se quejan lastimosamente de la falta de ayuda e interés por la salvación de esta animal otrora reivindicado. Han creado una aula activa para jóvenes y mayores, reciben visitadas privadas de gente interesadas y hasta se han asociado con una empresa francesa para vender productos hechos con la leche de las burras, como jabones o cremas para la piel, similares a aquellos que utilizaba la reina de Shaba. Toda una estrategia para la supervivencia y la conservación de esta emblema y un ejemplo para ecologistas y medioambientalistas que luchan cada día por la preservación ecológica y la lucha a favor de la especies más desfavorecidas. Podéis visitarlo en su web
burro catalán y saber como poder ayudar
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