RUSIA(X): LA FORTALEZA DE SAN PEDRO Y SAN PABLO DE SAN PETESBURGO


La Fortaleza de San Pedro y San Pablo, el auténtico núcleo antiguo de la ciudad. Fue la primera edificación que mandó construir según su propio diseño Pedro el Grande sobre una pequeña isla pantanosa situada entre el Gran Neva y el canal de Kronwerk. La fortaleza, que ahora se considera la mejor fortificación militar del siglo XVIII conservada de Europa, fue proyectada para defender la salida al mar Báltico. Y aquí continua, hermosa, inhiesta y baluarte recibiendo miles de visitantes cada día y resaltando su aguja sobre el horizonte blanco de las noches de junio de la ciudad.

Siendo la primera y única construcción de piedra en la ciudad en los primeros 15 años de la existencia de San Petersburgo, sobre ella se construyó también la primera Catedral de la recién nacida capital del Imperio ruso y se le llamó también la Catedral de San Pedro y San Pablo, hoy la más antigua y  la más alta de la ciudad. La aguja de su campanario (122 m.) está coronada con una veleta en forma de  Ángel protegiendo la ciudad que desde abajo parece mínima pero que mide más de cinco metros. 

Pero son sus leyendas las que nos hacen llegar hasta aquí, dicen Pedro el Grande pidió en testamento ser enterrado en la Catedral de San Pedro y San Pablo y, al cumplir su voluntad en el 1725, todos sus descendientes en el trono ruso encontraron la paz eterna bajo su amparo. En 1998 en la catedral fueron enterrados Nicolás II con su familia, todos fusilados por los bolcheviques en Ekaterimburgo en el 1918. Solo se nos escapa Anastasía a la que muchos dicen que han visto en las noches de parís, la ciudad de la Luz o en caminado por Malasaña en Madrid. Lo cierto es que su tumba no se encuentra entre las majestuosas columnas del interior de la Catedral, las arañas de cristal y la decoración pintada, en combinación con el iconostasio tallado y sobredorado crean un escenario magnífico que acoge todas esas viejas tumbas reales.

La fortaleza al fondo sobre las noches blancas y el Ermitage iluminado

Cuando la fortaleza ya perdió su importancia militar, una parte se convirtió en la cárcel política, en la que fueron encerrados varios adversarios del régimen, conspiradores políticos, como el propio hijo del zar Pedro, el zarévich Alexei, los decembristas, el hermano mayor de Lenin Alejandro que había atentado contra la vida del zar Alejandro III, los  escritores Dostoevskiy y Gorkiy, los ministros del gobierno provisional burgués, los miembros de la familia Romanov después de la revolución comunista... y un largo etcétera  represaliados..., hoy ya no hay presos en la ciudad, si acaso los turistas que embelesados y asombrados caemos presos de la belleza de ese hermoso recinto.

Os dejo colgadas todas las fotos de esta escapada en este enlace.

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