MIS MUSEOS(XI): EL TERROR DE PICASSO EN EL REINA SOFIA

Hoy en la 2 de RTVE se hace un homenaje a Pablo Picasso con motivo del 80º aniversario de la primera exposición del Guernica, 'La noche temática' se aproxima a la figura de Pablo Picasso con el estreno de 'Picasso y Dora Maar: artistas apasionados' y 'Cuando Pablo se convierte en Picasso', bajo el título 'Yo, Picasso'. Un homenaje a uno de los artistas más incluyentes del siglo XX. Y hasta aquí puedo leer.

Hace unos días me acerque al Reina Sofía a ver la exposición "Piedad y terror de Picasso". La exposición recorre los miedos y los terrores del genial malagueño a través de sus bocetos y pinturas anteriores a la creación del Gernica, pero también posteriores. No se la pueden perder.

De esta exposición se han dicho muchas cosas, se ha escrito mucho, Iker Seisdedos de El País dijo que el Guernica: "bien pudo empezarse a concebir mucho antes de su encargo, cuando, siendo un niño, el artista se escabullía debajo de la mesa del comedor para admirar las “piernas monstruosamente hinchadas que surgían de las faldas de una de sus tías". Pudo ser, pero lo único cierto es que el terror que provoco el bombardeo de Guernica en el pintor, de seguida te sacude, lo hace desde que entras en la muestra y vas acercándote a las paredes para descubrir las diferentes obras. Ni soy crítico ni mi formación es de arte y no me atrevo ni tan siquiera a valorar la muestra y mucho menos las obras. Solo quiero recoger algunos sentimientos que me provoco el Guernica, la exposición y sobre todo algunas reacciones que pude observar a mi alrededor.

De todas las obras la que me dejo desnudo y sin habla fue un boceto de una de las mujeres que aparece en el cuadro: la madre con el niño muerto. Si en el mural definitivo la escena es cruda y dura, en el boceto imagino el terror de Picasso al dibujar a una madre plañidera con su niño entrebrazos y con los ojos abiertos ante la muerte. El dolor se sale del lienzo y nos llega al pecho, algo increíble y no solo en mi, si no en mucho de los que se acercaban a mi alrededor. En la pintura definitiva el pequeño tiene los ojos cerrados...

Delante del mural se acumulan los turistas, menos españoles que turistas, todos nos esperamos detrás hasta que llega el momento de enfrentarnos en primera fila a la obra..., el recuerdo nos sobrecoge y nos viene a la mente los exabruptos del portavoz pepero estos días con lo del Valle de los Caídos: el niño muerto, el dolor de la madre, la casa en llamas, la mujer que arde, el hombre desmembrado por las bombas... "el horror, el horror" (como diria Kurtz). Los que los vivieron imagino que nos perdonaran, a los que nos lo han contado, no deberíamos de olvidar, Picasso, debió llevárselo a la tumba por que luego en toda la exposición, muchas obras posteriores reflejan ese miedo vivido, el miedo al terror nazi, al terror fascista.

Al dar un paso atrás tropiezo sin querer, una chica joven italiana dibuja en una libreta detalles del cuadro (no dejan tirar fotos), lo que veo me sobrecoge más,casi clava en la libreta y si mirar, los instantes, los detalles y de su cara resbalan algunas lágrimas. A mi lado mi amigo y compañero José Alberto no se mueve, está hipnotizado por la belleza del momento, me giro y veo que como él, otros muchos visitantes se mantiene quietos, inmóviles, sin respiro.... He tenido la suerte de verlo por primera vez, espero  amigo lector que si puedes, no dejes de visitarla.

La exposición estará abierta hasta el 4 de Septiembre y los lunes, miércoles y sábados es gratuita la visita de 19-21 horas y el domingo de 14:30 a 21 horas