Disfrutemos de un turismo que no nos cueste el planeta...


El pasado 3 de diciembre presentábamos en Fuerteventura, en el marco del 1er Festival Internacional de ecoexperiencas, un manifiesto que aboga por la necesidad de transicionar hacia un turismo sostenible, especialmente en islas pequeñas, donde los efectos del cambio climático ya empiezan a realizar evidentes.

El turismo es una actividad que representa, especialmente en islas y zonas costeras, una fuente de ingresos clave para sus habitantes y que se consolida en muchas localidades como un impulsor del desarrollo social, económico y cultural. Sin embargo, también es una actividad que contribuye significativamente al deterioro ambiental, la transformación de las expresiones culturales locales y el cambio climático. En particular, el turismo tal y como lo conocemos representa el 5% de las emisiones globales de dióxido de carbono a la atmósfera, ejerce una importante presión sobre la biodiversidad local y contribuye significativamente a la generación de residuos. Por ejemplo, durante los meses de verano, los turistas que visitan las playas del Mediterráneo generan el 80% de la basura marina y pueden llegar a generar más de 40 millones de objetos de desecho (cigarrillos, botellas de plástico, etc) en el día.

El concepto de turismo sostenible nace con el objetivo de mitigar el impacto negativo que ha tenido a lo largo de los años un turismo desestructurado, masificado y poco responsable. Este estilo de turismo persigue desarrollar su actividad de forma respetuosa con el medio ambiente, generando un impacto mínimo sobre los ecosistemas y la cultura local, y además busca generar empleo e ingresos no estacionales para la población autóctona.


Durante los confinamientos sufridos a lo largo de la pandemia, todos hemos deseado poder escapar de la cruda realidad que estábamos viviendo y poder reconectar con la naturaleza. Científicamente se demuestra que el contacto con la naturaleza ofrece numerosas oportunidades para promocionar la salud y prevenir la enfermedad, además de tener un impacto terapéutico y rehabilitador. Es mecesario por tanto, repensar el modelo de turismo actual y tender hacia un turismo que cuide, valore, y preserve el medio ambiente que tanto da a nuestra salud. Además, y como en cualquier otra actividad que realizamos, cuando viajamos, debemos marcar la diferencia y escoger conscientemente la opción más sostenible, con un menor impacto ambiental y que, además, apoye la economía circular.

Podeis apoyar el Manifiesto Fuerteventura por un turismo sostenible a traves de la web de BEFORPLANET

MARIA DE LA FUENTE
INVESTIGADORA POSTDOCTORAL
UNIVERSIDAD LIBRE DE BRUSELAS

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