UN GRAN NOBEL PARA VARGAS LLOSA
"Un gran periódico londinense se ha preguntado si "La fiesta del Chivo" de Mario Vargas Llosa es la mejor novela del siglo XX. Es posible que acierte si responde que si. Cuando Gabriel García Márquez -autor de la otra posible mejor novela -, terminó de leerla, dijo algo muy significativo: «esto no se le hace a un viejo como yo». No estaba, claro, enfadado. Era franca admiración."
Así comienza la narración de uno de los tantos escritos que hoy leemos en los diarios sobre el gran acontecimiento para las letras latinoamericanas, la concesión del Nóbel de Literatura al gran maestro Mario Vargas Llosa. Pero yo no puedo hablar de literatura ya que soy más escritor que lector y aunque me precio de haber leído muchas de sus obras, no tengo criterio para interpretarlo.
Solo quería dejar esta reseña para deciros que gracias a sus libros, los García Márquez, los Neruda, lo del el gran Borges, los de Octavio Paz y tanto y tantos otros escritores de nuestra querida tierra latinoamericana, aprendí a querer, las ciudades como Buenos Aires o Quito o DF y a amar las selvas del Yucatán, las montañas nevadas de las cordilleras andinas, los enormes silencios de la fría Patagonia, el sensual baile del tano , las pirámides mayas de Guatemala, Honduras y México, al quetzal, el puma, l Curitiba o el delfín de río. Gracias a todos ellos y los relatos que nos trajeron aprendimos lo malas que son las dictaduras, pero también el hambre y la miseria, conocimos las prostitutas más hermosas y más salvajes y luchamos al lado de libertadores soñadores.
Por todo ello, maestro, aunque sabe que no comparto sus ideas neoliberales, muchas gracias por su verbo, felicidades por el premio y larga vida para que todos la disfrutemos
Solo quería dejar esta reseña para deciros que gracias a sus libros, los García Márquez, los Neruda, lo del el gran Borges, los de Octavio Paz y tanto y tantos otros escritores de nuestra querida tierra latinoamericana, aprendí a querer, las ciudades como Buenos Aires o Quito o DF y a amar las selvas del Yucatán, las montañas nevadas de las cordilleras andinas, los enormes silencios de la fría Patagonia, el sensual baile del tano , las pirámides mayas de Guatemala, Honduras y México, al quetzal, el puma, l Curitiba o el delfín de río. Gracias a todos ellos y los relatos que nos trajeron aprendimos lo malas que son las dictaduras, pero también el hambre y la miseria, conocimos las prostitutas más hermosas y más salvajes y luchamos al lado de libertadores soñadores.
Por todo ello, maestro, aunque sabe que no comparto sus ideas neoliberales, muchas gracias por su verbo, felicidades por el premio y larga vida para que todos la disfrutemos
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