Cuando el gran trasatlántico Titanic, emitió su última señal de SOS aquella fatídica noche de 1912, un buque americano pequeño y sin tantas pretensiones como este, el Californian, recogió la señal y debía emitir una señal internacional de ayuda. Pero dio la casualidad que el operador de radio esa noche no estaba de servicio y se encontraba placidamente dormido en su camarote. Quien sabe si por el mal fario del suceso y solo por la casualidad, uno años más tardes, frente a las rocosas costas de la isla de Aruba, el Californian encontró su final en una noche de mal bravo. Hoy los submarinistas se sumergen para ver sus restos. Y la pequeña, pero hermosa, isla caribeña,
recuerda el suceso y los arubeños lo explican como algo grande que sucedió en su país.
En 1914 el gobierno de la diminuta isla caribeña de Aruba, levantó
un faro en esas costas para evitar sucesos como aquel. El paisaje es desertico y pedregoso pero elpremio esta en las turquesas aguas que lo rodean. En el edificio hay un restaurante italiano, "la Trattoria de El Faro", muy celebrada por los que acudimos a ver el hermoso edificio de este viejo faro marinero, que pasa a engrosar las colección de
faros del mundo que tengo en este blog, el faro y la historia claro.
Cuando el gran trasatlántico Titanic, emitió su última señal de SOS aquella fatídica noche de 1912, un buque americano pequeño y sin tantas pretensiones como este, el Californian, recogió la señal y debía emitir una señal internacional de ayuda. Pero dio la casualidad que el operador de radio esa noche no estaba de servicio y se encontraba placidamente dormido en su camarote. Quien sabe si por el mal fario del suceso y solo por la casualidad, uno años más tardes, frente a las rocosas costas de la isla de Aruba, el Californian encontró su final en una noche de mal bravo. Hoy los submarinistas se sumergen para ver sus restos. Y la pequeña, pero hermosa, isla caribeña, recuerda el suceso y los arubeños lo explican como algo grande que sucedió en su país.
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