ECOEXPEDICIÓN MUNDO MAYA, EL SALVADOR UN PAÍS DE BIODIVERSIDAD(II)


La primera parada de este ecoexpedición al mundo maya que estamos viviendo de la mano de Ecowildlife tiene lugar en San Salvador, la flamante capital de la república de El Salvador de pasado hispanico. Pero no hemos venido a esta expedición a ver cultura hispánica, sino prehispanica y biodiversidad y por eso la primera parada no puedo ser otra que el cercano Parque Nacional Los Volcanes. El Parque Nacional Los Volcanes es el área natural protegida en El Salvador, que comprende tres de los 14 volcanes “jóvenes” (entre 2 millones y 250 años, de acuerdo a los geólogos) de la Cordillera Apaneca-Ilamatepec: volcán de Santa Ana, Izalco y Cerro Verde, en los departamentos de Santa Ana y Sonsonate. Toda la zona fue reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

El Cerro Verde es un volcán extinto que hizo su última erupción hace 2500 años. En su cima se encuentra uno de los pocos bosques nebulosos del país dado la altura de su ubicación (2030 m.s.n.m.). Desde los miradores ubicados a lo largo de los senderos interpretativos del parque Cerro Verde, que hemos subido, se pueden apreciar los imponentes volcanes de Santa Ana e Izalco, que todavía continúa en actividad y del que pueden verse las fumarolas del cráter.

Continuamos nuestra ruta para ver también uno de los asentamientos precolombinos más importantes del mundo maya como es la Joya de Ceren, que sepultado bajo cenizas por la erupción del Volcán Caldera. El Ceren fue habitado por un pueblo agrícola, y después abandonado en el año 250 por causa de la erupción y de nuevo habitado en el año 400. Es uno de los tesoros de la cultura maya. En el año 1993 la Joya de Cerén fue declarada Patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Aquí encontramos tres tipos de edificios diferentes, casas, estructuras religiosas y estructuras políticas.

Su importancia para la arqueología moderna es tal que La arqueología en Joya de Cerén muchas veces se ha comparado con Pompeya, en donde una repentina erupción volcánica congeló un momento de tiempo y nos permite conocerlo con una riqueza de detalle. De igual manera en Joya de Cerén, los materiales volcánicos recubrieron las viviendas y otras estructuras, y los cultivos circundantes, conservándolos hasta un grado de sin paralelo en Mesoamérica. Materiales normalmente perecederos, como semillas, implementos de madera, cestos y recipientes de morro, se conservan como improntas (que pueden ser llenadas con yeso), como restos carbonizados o, en ciertas situaciones, enteras gracias a condiciones herméticas. La información de Joya de Cerén ha sido revolucionaria para el conocimiento de la vida cotidiana de los antiguos mayas.

El post anterior está en este enlace, la expedición seguirá hasta el día 12 de marzo.

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