LEYENDAS DE LA ALHAMBRA: LOS DOCE LEONES Y LA PRINCESA ZAIRA



Impresionante imagen de nuestra visita con el Patio de los Leones solo para nosotros

Todo en la Alhambra de Granada es magia y leyenda. Hemos tenido la suerte de visitarla esta vez casi en solitud. Ha sido algo mágico y un sueño cumplido. Sin gritos de turistas, sin selfies que estorban la visión, sin colas, sin empujones, parece mentira pero así la hemos visto en esta fresca mañana. Y el premio fue poder recordar alguna de esas leyendas mágicas que se encumbraron en este lugar patrimonio de la humanidad por la Unesco. Hoy os hablo del Patio de Los Leones y la princesa Zaira.

Cuenta la leyenda que una princesa árabe llamada Zaira viajo junto a su padre a Al-Andalus, y se alojó en la Alhambra de Granada. La princesa estaba tan encantada con pisar Granada. Al rey, solo con pisar Granada, le entraban nauseas; mientras que a la princesa cada paso que daba le parecía un sueño.

Zaira se sentía más granadina que africana, ya que su país le parecía un infierno. El rey prohibía a Zaira salir a la calle y relacionarse con la gente. Sólo tenía la compañía de un talismán que le colgaba del cuello.



Este vídeo recoge un momento mágico en nuestra visita al Patio de los Leones ¡estamos solos!


Un día se vió sorprendida por muchacho que saltó la valla, y que le dijo que la había visto desde afuera y que se había enamorado. Ella le instó a que se fuera, porque si se enteraba su padre, no dudaría en cortarle la cabeza, él o uno de sus 11 hombres de confianza. Entonces se fué el muchacho, llamado Arturo, con la promesa de volver.

El día en el que volvió Arturo, el rey lo vió y lo encerró en las mazmorras. Poco después la princesa, abatida, porque su amado podía morir, encontró en una habitación, el diario de su padre. Leyó algunas de sus páginas y en una de ellas, escrita cuando ella tenía tan solo un año de edad, leyó lo siguiente: "Ya he matado al rey y a la reina. De la princesa Zaira me he apiadado. Gracias a mis 11 hombres, he conseguido ocupar el trono. Ahora creerá que yo soy su padre. Espero que la princesa no se entere nunca del maleficio de su talismán."

Zaira, confusa, llamó al rey y a sus 11 hombres y los reunió en el patio donde ella solía estar. Llorando, le preguntó al rey si aquello era verdad. El rey, convencido de que con sus 11 hombres al lado, Zaira no podía ni tan siquiera tocarlo, le dijo que era verdad. En ese mismo instante, Zaira recordó que su madre le había echado un maleficio a su talismán: el día que Zaira supiera la verdad, al rey y a sus 11 hombres, les pasaría algo terrible. En ese momento el amuleto se activó. Zaira, sentía la rabia de un león, y eso dió lugar a que el talismán convirtiera al rey y a sus 11 hombres, en leones de piedra.


El Rey y sus 11 guardaespaldas en piedra marmórea en La Alhambra

Y esa es la historia, ahhh¡ y Arturo fue feliz con su amada y la princesa volvió a gobernar. Sea como fuere estas historias y otros que nos contara Washington Irving, son las que perseguimos en nuestros viajes a la Alhambra en octubre volvemos, tenéis toda la información en este enlace.

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