Canarias desconocida, más allá del sol y playa


La imagen de playas de arena blanca o negra bañadas por el Atlántico bajo un sol radiante y especial es, sin duda, la primera instantánea que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de las Islas Canarias. Pero estas Islas Afortunadas son mucho…muchísimo más.

Hay una pregunta que me gusta hacerle a nuestros viajeros sobre las Islas Canarias y es ¿conoces las Islas?. El 99 por ciento me dice que sí, que por supuesto, que ha estado en Lanzarote, Tenerife, Gran Canaria e incluso La Gomera. Estas afirmaciones vienen indefectiblemente acompañadas de varias expresiones del tipo ¡Qué bonitas las dunas de Maspalomas!, los Acantilados de los Gigantes son realmente majestuosos, ¡El Timafaya es lo más!, ¡Qué bonita La Gomera, tan verde y con tantas curvas!.

En ese momento es cuando sonrío socarronamente y me pregunto: ¿cómo se sentirían estos viajeros conociendo de verdad nuestro Archipiélago Afortunado?. Evidentemente no hablo de lo obvio, de esos paisajes de playa y sol fotografiados hasta la saciedad, me refiero a los rincones de estas islas, alejados de las masas de hormigón y mareas de extranjeros color salmón buscando su penúltima cerveza en calles plagadas de pubs, minimarkets 24/7 y tiendas de souvernirs.


Y es que son esos rincones los que queremos que nuestros viajeros conozcan. Rincones con pequeñas tiendas que todavía huelen a chorizo de perro y queso de cabra curado, lugares entrañables con olor a café, donde tomarte una cerveza hablando con los vecinos del lugar que dejan apenas entrever, la hospitalidad del pueblo canario, expresada con una palmada en el hombro o un “siéntate aquí mi niño, ¿tú de dónde vienes?.

Esa es, esas son, mis Islas Canarias, cualquiera de ellas. Te puedes sentar en las cuatro esquinas de San Miguel de Abona, en Tenerife, en el Bar Parada, a “alegar” con los paisanos. Ellos te hablaran de que la cosecha de papas este año viene “cojonuda” porque ha llovido cuando tocaba y mucho. Que el vino del año pasado cogió grados de duro porque hubo mucho calor a partir de Julio.

Puedes detener tu coche frente al Bar Casa Pedro, en Hermigua, y esperar a que Pedro Mario o Carmen te sirvan un barraquito o un cortado leche y leche mientras te cuentan que este año se ve más gente que el año pasado caminando por La Gomera.

Que los senderos están “bien ageitados” por el trabajo de las cuadrillas que los dejan perfectos para “regoler” los secretos de la isla y su Laurisilva…y por supuesto que este viernes tocan Mingoli y los muchachos en la terraza del bar y que es conveniente reservar porque si no, tendrás que verlos desde la carretera.

Os dejo un vídeo de nuestras escapadas de naturaleza a las Islas Canarias

Pasa exactamente lo mismo en la Acera Ancha de Santa Cruz de La Palma, en La Restinga en El Hierro, en Ajuí en Fuerteventura o en las pequeñas calles de La Isleta en Las Palmas de Gran Canaria.

Canarias, nuestras Islas Canarias, esconden infinidad de pequeños tesoros llamados hospitalidad, generosidad, afabilidad…en todos y cada uno de sus pequeños pueblos, lejos de las grandes concentraciones turísticas de los “sures insulares”, lo único que has de tener es paciencia y tiempo para disfrutarlos… por nosotros, en Ecowildlife Travel, no va a quedar, te lo garantizo.





JUAN RAMÓN PÉREZ RAMOS

Comentarios

Entradas populares