MIS MUSEOS(III) LA VIEJA VIÑA DE MARIBOR. SLOVENIA(III)



Seguimos esta escapada de Ecowildlife por Eslovenia.  En la segunda ciudad más grande de Eslovenia, Maribor, se encuentra la que el Libro Guinnes de los Records relata como la viña más vieja del mundo y por lo tanto, la que da el vino más viejo del mundo. Dicen los que dataron la madera de la viña, que este cuenta con más de 400 años, como buenos enólogos, no podíamos pasar por Eslovenia sin visitarla y nos hemos venida verla.

Nos recibe Maribor con una increíble nevada pero que lejos de disuadirnos, nos anima a caminar por el paseo del río Drava; ánades moñudos y cisnes se acercan a mirarnos pendientes, acostumbrados como están, por si les echamos algo del comer. Al fondo el viejo puente de Maribor que tanto ha vivido y a tantos ha conocido y de espaldas, la ciudad que hasta hace unos días fue Capital Europea de la Cultura y que pasa por ser la segunda ciudad más importante de Eslovenia.

Maribor vive consagrada a sus viñas y al vino toda la vida cultural y cívica de la ciudad corre paralela a sus caldos. Hace unos años, mirando viejas pinturas unos “bebedores” descubrieron pegada a una pared la pintura de una viña, creyeron ver en la misma, la copia exacta de una vieja viña que había plantada en una de las viejas casas del pueblo, investigaron y mandaron traer expertos y como todo hoy, (con carbono 14 imagino) se logró datar la viña ¡¡¡¡ tenía más de 400 años¡¡¡ y lo mejor de todo ello ¡¡¡ seguía dando uvas!!!!!, Por lo tanto se solicitó y se le concedió el título de viña más vieja del mundo y el Guinnes de los Records recoge que el vino que da esa viña es el más viejo del mundo. Y allí sigue creciendo pegadita a la misma pared que la vió nacer y en esa casa, el gobierno local ha construido un museo dedicado al vino y en ese lugar, pudimos comprobar las exquisiteces des los vinso blancos y tintos que dan esas viejas viñas.

A partir de aquí se montó la fiesta que cada otoño recoge las viejas uvas con mimo, se hace una reina de la vendimia y se extrae el caldo apenas, unos 4 litros de vino. Ese vino se envasa en unas diminutas botellas de apenas un cuartillo y se reserva, con gran alarde de marketing, para que personalidades como la Reina de Inglaterra, Bill Clinton, el Papa, el emperador Akihito y algunos más vengan a beberlo y engrandecer la leyenda. Y hasta aquí la leyenda de hoy

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