Ya escribí el año pasado sobre la migración en Kenia, sobre el desafío de la vida y la muerte en estas praderas de la zona de las grandes sabanas africanas, pero hable poco del río Mara. en esta nueva Expedición de
Ecowildlife hemos vivido de cerca el río y el paso de los hervíboros. Un río lleno de vida, de aguas oscuras, marrones de la tierra que arrastra de las montañas y que serpentea por la sabana guardando en su memoria episodios espeluznante de vida salvaje.
En sus riberas y en sus charcas más tranquilas se apiñan las manadas de hipopótamos que surfean las olas que se producen en el curso medio cuando el Mara busca el encuentro con el gran Tana que baja desde el Monte Kenia. Animales territoriales se enzarzan en dramáticas peleas de las que muchos no sobreviven. El hipopótamo a pesar de su pinta bondadosa es un animal de los más agresivos de la sabana.
El año pasado os deje colgados un enlace sobre la migración y el dramático paso de los herbívoros por los corredores del Mara. Vimos cebras y ñus apurarse para cruzar lo más rápido posible. Este año hemos visto a los grandes cocodrilos, animales antidiluvianos de más de seis metros lanzarse en manadas sobre los herbívoros y hemos escuchado el bufido desgarrador de los animales que caen bajo sus fauces y el crujir de los huesos triturados baja las mandíbulas del gran predador del Mara.
Tras sortear la muerte una y otra vez los herbívoros cruzan la orilla y algunos, exhaustos, caen rendidos, sin fuerzas agotados tras el largo viaje y es allí donde los leones esperan su turno y los buitres y hienas se amontonan sobre los cadáveres para cobrar su entrada en la fiesta del Mara. Otro enlace en
http://laescapadadelturistaaccidental.blogspot.com/2009/09/la-gran-migracion-en-masai-marakenia.html
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