VIAJE ETNOGRÁFICO Y DE NATURALEZA A SRI LANKA


Desde tiempos inmemoriales, la isla de Ceilán se asoció con el paraíso terrenal. Para los marineros árabes era Serendib, en alusión a un placentero estado de ánimo que te embriaga cuando vives en ella. Los ingleses se enamoraron de sus verdes colinas, que les trasladaban a Devon, y construyeron casas de piedra de estilo Tudor en sus infinitos campos de té. Para los escritores, aventureros y viajeros románticos que llegaban a sus costas era un sueño oriental de pecaminosas especias, vegetación tropical, zafiros del tamaño de un huevo, reyes enjoyados, palacios de ensueño y kilómetros de playas desiertas.

La isla fue conocida en la Antigüedad como «Lanka», «Lankadvīpa», «Simoundou», «Taprobane», «Serendib» y «Selan», llegando a ser denominada popularmente como la «isla de los mil nombres». Durante su colonización inglesa, la isla tomó el nombre de «Ceilán», que se siguió utilizando posteriormente. Su particular forma y su cercanía a la India hicieron que se la llame la «Lágrima de la India» y así es como se la sigue conociendo.


Sri Lanka es un país en el que reina la tranquilidad, que es la principal característica de sus habitantes. Después de 26 años de lucha entre el gobierno cingalés y la guerrilla tamil separatista, las aguas volvieron a su cauce en 2002 y hoy el país vive de esa tranquilidad añorada y ganada.

Los problemas a veces se solucionan por un cúmulo de casualidades, eso en inglés se define como “serendipity”. Bienvenido viajero a la isla de Serendip, donde nada es por casualidad, todo está hecho para hacer fácil la vida del viajero y al final del viaje sentirás que todo ha sido para complacernos.

Clarke, dramaturgo inglés autor entre otros títulos de “2001: una odisea en el espacio” y que eligió la isla para vivir sus últimos días, se enamoró de este pequeña perla y dijo de ella que "es un pequeño universo que contiene tantas variaciones culturales, paisajísticas y climáticas como otros países de doce veces su tamaño". Pablo Neruda vivió en la década de los treinta en Colombo, la capital de este país, por lo que muchos de sus poemas de “Residencia en la Tierra” fueron escritos en Ceilán, actual Sri Lanka. Defoe, el autor de 'Robinson Crusoe', utilizó como una de sus fuentes para esta obra las memorias de Robert Knox, 'A Historical Relation of Ceylon', hecho cautivo por un rey de la isla en el siglo XVII.

Es una región sola, ya he hablado
de esta región tan sola,
donde la tierra está llena de océano,
y no hay nadie sino unas huellas de caballo,
no hay nadie sino el viento, no hay nadie
sino la lluvia que cae sobre las aguas del mar,
nadie sino la lluvia que crece sobre el mar

PABLO NERUDA


El turista puede encontrar aquí exotismo, cultura, paisaje, playa, montaña, gastronomía, hospitalidad... Todo ello custodiado por 21 millones de personas, la inmensa mayoría (83%) de etnia autóctona cingalesa, seguidos por los tamiles (9%) procedentes del sur de la India. En cuanto a las religiones, el 70% son budistas, el 16% hinduistas, el 7,7% musulmanes y el 7,5% cristianos.

Si el viajero quiere conocer los escenarios naturales de Sri Lanka que se han hecho famosos gracias a películas como Indiana Jones y el templo maldito o El Puente sobre el río Kwai, tiene que adentrarse en sus impenetrables junglas y bosques tan protegidos como sus milenarias ciudades. Ya en el siglo lll a. C. un rey cingalés estableció en la isla el primer santuario mundial de flora y fauna. Dos mil años después de esta iniciativa, en la isla se conservan lugares únicos como el bosque tropical de Sinhaja, que alberga más de 170 variedades de orquídeas o los Llanos de Horton, que preservan los bosques húmedos de montaña y extensas praderas de helechos. 

Este verano, coincidiendo con el festival Pera Hera, realizaremos una escapada etnográfica y de naturaleza a Sri Lanka. Si nos quereis acompañar, os dejo la información en este enlace. 

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