DESDE MI VENTANA: KENIA. LOISABA RANCH Y SUS BED`S STARS.


Un sol muy rojo nos despide a tarde, sobre él se proyecta un grupo de jirafas, del leopardo no hemos encontrado ni rastro. Los leones que mataron la cebra, suben montaña arriba en ordenada fila de a uno. Llegamos a Loisaba Ranch y nuestros "camareros" samburu nos esta esperando. Comentamos el safari de la tarde donde hemos podido ver algunos animales como la cebra de grevy y manadas de orix, no ha sido el mejor safari de animales pero las planicies de Loisaba merecen la pena.

Ya en el lodge , mis compañeros empiezan a darse cuenta de lo que nos queda esta noche. Dormiremos al are libre sobre una de las chozas de Loisaba. Subidos a la cabaña podemos comprobar los sencillo el lugar. Una cabaña con un espejo, una habitación que hace las veces de baño con una ventana al exterior, un armario y el cielo raso. Las cabañas s encuentran en la ladera de una colina, debajo el río Ewaso River, enfrente las peñas de Loisaba. Empieza a caer la noche y ya hace frío, nuestro samburu destapa la cama y le mete varias bolsas de agua caliente. Se despide y nos deja solo con la inmensidad del cielo.

Acostado sobre el lecho, "sólo" alcanzo ver millones de estrellas en un cielo claro. El frío se deposita en el rostro, una estrella fugaz cruza el firmamento, una hiena ríe debajo de nuestra cabaña, un elefante barrunta a lo lejos y algunos chotacabras revolotean por encima de nuestras cabezas. Todos estamos en silencio. Como espectadores de una gran obra de teatro, todos los actores, las estrellas, los animales, las nubes, los ruidos de la noche..., todas desfilan delante de nosotros. Me voy quedando dormido, la emoción da paso al sueño. Me despertaré varias veces en la noche con el rugido del león y la risa de la hiena. Me despertare varias veces por la emoción. Esperé que llegue el alba por que la noche es hermosa y el sol, que romperá el sueño, será el regalo ideal para tan hermosa experiencia.

Al despertarnos entre abrazos de amistad con Joseph, nuestro guía pude observar desde mi terraza la enorme experiencia que habíamos tenido. Y ya en el coche, con un globo que cruza sobre nuestras cabezas, despedimos el safari en Loisaba, donde sentimos la noche metida en nuestro saco y sobre nuestra piel.

Dormir sobre un árbol en la sabana keniata, es una experiencia única y recomendable y el haberlo vivido una de esas muescas que llevaré siempre en mi cartuchera.  Si queréis saber más sobre Kenia, os dejo  un enlace.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares