CAMBOYA: SIEM REAP, GRANDES VIAJES A LA HISTORIA(I)

Aunque parezca mentira, fuimos los españoles los primeros en llegar a Camboya y los primeros en poner los pies en una de las maravillas del  mundo moderno como son los templos de Angkor. dos misionero españoles, Marcelo Ribadeneya y Gabriel Quiroga llegaron a esas tierras a principios de 1.600 y fue este segundo quien primero los nombra en sus cartas a España. Pero siendo, salvadores de almas  no arqueólogos ni historiadores, los misioneros no podían saber que aquellas ruinas correspondían a Angkor, centro religioso y capital de los reyes khmer (o jemer) desde su fundación en el siglo IX hasta su abandono a principios del siglo XV. Una torpeza como tantas otras cometidas por nuestros sesudos frailes y curas en los nuevos mundos que se descubrieron durante esa segunda parte del segundo milenio.

Ninguno de los dos creyó que aquella magna obra fuera realizada por aquellos bárbaros semidesnudos y adoradores de dioses llamados camboyanos,  Ribadeneyra atribuyó su construcción a Alejandro Magno o a los romanos, mientras Quiroga creía que era obra de los judíos, quienes habrían estado en la región antes de asentarse en China. Todo un casa estos santurrones.

Pero tampoco estuvieron lucidos ingleses, holandeses y franceses que solo querían desangrar economicamente a sus nuevas posesiones en Indochina. Cuando los españoles fueron expulsados y masacrados por los mercaderes malayos, nos volvimos a olvidar de los templos y su riqueza durane varios siglos.

El naturalista francés Henri Mouhot, ya bien entrado el siglo XIX,  quedó impresionado por la lectura del libro El reino y las gentes de Siam, de John Bowring, y en 1858 decidió partir hacia Siam, la actual Tailandia. En enero de 1860 llegó a la orilla norte del lago Tonle Sap y desde allí inició el camino hasta los templos-Al encontrarlos quedo petrificado ante tanta belleza y exclamo algo así como " tanta belleza solo puede haber sido erigido por algún antiguo Miguel Ángel, podría ocupar un puesto de honor junto al más bello de nuestros edificios. Es más grandioso que los que nos dejaron Grecia o Roma». Estas notas escritas sin la influencia eclesiástica y desde el más absoluto amor a las bellezas encontradas, abrió de nuevo los ojos a Europa hacia ese rincón asiático.

En su primera incursión conquistadora de la zona, las tropas francesas llevaban consigo a un joven artista, Louis Delaporte  para cartografiar sus conquistas. Maravillado ante los templos de Angkor realizó una serie de grabados que tendrían gran eco en Europa y que aún hoy, se siguen vendiendo a los pies del monumento. Sobre lo que vio el joven francés escribió que " El arte camboyano es la más bella expresión del genio humano en esta vasta región de Asia que se extiende desde el Índico al Pacífic".
 
Varios viajes después y con motivo de la exposición universal de París, los tesoros que Delaporte trajo de Camboya causaron admiración mundial y el turismo occidental tomo nota de esta maravilla del mundo. Hoy son casi 4 millones de personas las que lo visitan cada año. Nosotros hemos preparado una nueva expedición fotográfica a Camboya en agosto. Tenéis toda la información en este enlace.

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