DIA INTERNACIONAL DE LOS HUMEDALES

Ayer fué el Día Internacional de los Humedales, yo no hace mucho escribí este texto que hoy recupero.

"Extensiones de marismas y pantanos, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros".  Así define la Convención sobre los Humedales estos ecosistemas, en los que el agua juega un papel fundamental.

El dos de febrero de 1971 se firmó el Convenio sobre los Humedales, a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar. Nos dimos cuenta de la  importancia de la preservación de estos biotopos para el futuro de nuestra humanidad. Con la firma este  acuerdo,se creó una lista de las zonas húmedas de importancia internacional compuesta, en la actualidad, por 1.011 humedales de 117 países. España se incorporó a la lista en 1982, un poco tarde pero más vale tarde que nunca,  agregando 38 humedales entre los que destacan parques nacionales como Doñana y Tablas de Daimiel y lagunas como Villafáfila y Gallocanta.  Hoy he visto en la tele a nuestros políticos en corbata congraciarse con alguno de ellos.

La preservación de los  humedales, de sus biotopos, del flujo de servicios y la relación del hombre con esos humedales, depende muchos de los ecosistemas  incluso las poblaciones que los cicundan. Es por ello que debemos educar y fomentar en los más pequeños el respeto por esos humedales y la vida que generan. Mi abuelo, cuando yo tenía 12 años me enseño a cazar, él lo hacía para comer, yo aquel día lo odié y no volví a hacerlo nunca más. Apesadumbrado mi abuelo comprendió mi aptitud y comenzó a enseñarme que se habían de respetar cupos, vedas y tratar con sumo cuidado la vida de todos los seres vivos. Cuando me hice mayor, yo le devolví las enseñanzas sobre biodiversidad y medio ambiente, él era analfabeto. Un día  abandonó la caza por mi y juntos vivimos jornadas de naturaleza indescriptibles y aprendí a su lado cosas que jamás olvidaré, sentados sobre las lagunas del viejo río Guadalporcun donde solíamos ir a ver las buitrera de mi pueblo, Coripe. Ese, es el camino.