PLACERES EN MINIATURA. DONOSTIA (II)

Esta ruta conitnua por  la calle 31 de agosto: única que quedó en pie tras el devastador incendio provocado en el asedio de 1813. En ella se esconde la plaza de la Trinidad, con un frontón para la práctica de la pelota, y una grada que es testigo de competiciones de deporte rural y conciertos. Pero 31 de Agosto es la calle por donde uno siempre pasa en San Sebastián ya que sus bares y restaurantes son conocidos en todo el mundo. Desde los más tradicionales, con los pintxos que nunca faltan en nuestra gastronomía, hasta los más ambiciosos e inimaginables diseños de la nueva cocina donostiarra. Allí pararemos en LaVinya pra probar sus "canutillo de queso" en Gandarias con sus famosas "broxetas" o en el Txuleta que nos hará un "croqueta de Txuleton" algo realmente espectacular.

Cerca, la  Basílica de Santa María. Erigida sobre los cimientos de una antigua iglesia románica, y de la que destaca su fachada barroca presidida por una escultura de San Sebastián, mártir cristiano que da nombre a nuestra ciudad. Es su interior un lugar de peregrinaje para todos los donostiarras ya que en su interior encontramos a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad. Menos conocido otro de los legados que el genial Chillida dejo a nuestra ciudad, una escultura de alabastro denominada Gurutz que forma parte del legado de cinco obras que el artista posee en San Sebastián. Y delante el Vergara. Allí Alvaro, con su oronda figura colecciona las mayores alabanzas y premios con sus pintxos tradicionales y otros de excelente factura. El montadito de pulpo es algo sublime.
Y ya bajamos por la calle Mayor, donde converge todo el casco viejo, presidida por la fachada barroca de Santa María, la calle mayor es una calle llena de vida, transeúntes, turistas, donostiarras llegan a buscando el ocio de su casino, el Viejo Kursaal, los acontecimiento culturales del Teatro Principal las compras de sus comercios más tradicionales pero sobre todo la gastronomía, la buena mesa y el buen “txiqueteo” de algunos de lo locales que estuvieron en lo orígenes de nuestra singular tradición gastronómica. Como Bernardo Etxea y su reconocida Broxeta de Gambas.

Teneis el resto de la ruta en http://bit.ly/cIDdhB

Comentarios

  1. Pero prepara una buena cartera repleta de pasta, porque aunque todo está delicioso, es carísimo.
    Antes iba alguna vez a comer pintxos, pero con la pasta que te gastas, buscas algún restaurante que no sea de los renombrados y comes bien y más barato.
    Donostia sigue siendo una ciudad elitista y carísima.

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  2. A loa tacaños siempre os pasa lo mismo poneis excusas para no disfrutar de la vida ! Vive la vida ! Y no ahorresvtanto navarro

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