HOY SOPLA EL VIENTO. CHILLIDA YA NO ESTA. DONOSTIA

Al morirse Chillida y unos años más tarde cerrar su casa por falta de dinero, uno piensa que con esto se va el genio y se va la esencia del bravo "poeta del acero", Na da más lejos, el genio no se ha ido, mientras una sola brizna de aire insufle fuerza a las olas del Cantábrico, Chillida renace con más fuerza y nos recuerda que su lucha no ha hecho más que comenzar en ese rincón donde solía ir a pasear con su novia de mozo y donde hoy se levanta desafiante El Peine del Viento

Rincón marinero de recuerdos, rincón que antaño fue puerto, embarcadero, rincón que recoge con ansia los paseos de enamorados en las cortas tardes del invierno, que se alegra con la suave luz del sol y se embravece y amenaza con fuerza a la galerna. Desde niño, Chillida se preguntaba "¿de donde vienen las olas?" y perdía sus mirada en el horizonte donde el azul del cielo se confunde con la mar bravía. En ese horizonte que tan solo el pudo desvelar y fraguar, soño que en aquella esquina de su querida Bahía de la Concha, un día levantaría su sueño entre rocas agrietadas y oleadas de mar salino.

Estuve hoy, de nuevo, allí. El mar azotaba con fuerza y los ventiladores escupían sin cesar el aire por sus bocas, pocos se atrevían a llegar hasta allí, ¿miedo?, no respeto. De todas las bocas la misma admiración, de todos lo ojos la misma expresión de emoción, de todos los gestos, la mirada baja de ausencia al marchar. Hoy Chillida nos ha enseñado de nuevo que no haya público, sino artistas a los que admirar, que no hay pendientes sino cuestas que bajar y que lo que hoy es un recuerdo, debe unirnos a a todos para que no acabe en el olvido por mala gestión o desidia: Chillida Leku debe de nuevo abrir sus puertas para que podamos seguir admirando al artista inmortal. 

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