KENIA: MERYL STREEP Y ROBERT REFORD YA NO PUEDEN SOBREVOLAR EL LAGO NAKURU

Muchos de nosotros retenemos en la retina el sobrevuelo de la recien estrrenada avioneta de Robert Redford sobre el lago Nakuru enseñándole a Meryl Streep el rosado fondo y marcándoles ese lugar como una de las bellezas más hermosas que los ingleses colonizaron para la madre patria. Ella miraba embobada pareciéndole increíble lo que estaba viendo. Ese instante es uno de los más mágicos de la película y ha atraído millones de visitantes desde entonces a esta zona del valle de Rift keniata: el lago Nakuru.

Pues esa escena hace ya unos años que no se puede revivir, y no por la prohibición a sobrevolar el lugar, sino por que una confluencia de efectos de la naturaleza, como el movimiento de las placas tectónicas en el valle más movido de África y la mano del hombre, creando presas y represas en el lago,  se han cargado uno de los parques más emblemáticos de la biodiversidad del mundo y de Kenia en particular. Hoy ya no vienen los flamencos al lago a alimentarse, ya no hay sprirulina, el alga que significaba su alimento y las  aguas antes someras, hoy son profundas y grises llegando a inundar hasta los edificios oficiales que albergaban la entrada del parque y el pueblo que crece desaforadamente y sin control unos metros más arriba. Los flamencos se han traslado al norte, al lago Bogoria, y con ellos los pelicanos y solos unas docenas aguantan en la parte norte del lago, esperando, quien sabe su traslado inminente.

El parque forma parte del patrimonio de la humanidad de los lagos del centro de Africa junto con su hermanos Bogoria, Laekipia y otros tanto, pero ya no es los que era. Es cierto que en sus tierras siguen habiendo manadas de rinocerontes blancos y algún rinoceronte negro e incluso es cierto que seguimos teniendo la población estable más grande de Jirafas de Roschild de África, pero bien es cierto que esas imágenes que nos enamoraron, esas, como diría Becquer, no volverán.

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