CUANDO NO HAYA PECES, ¿QUE SERÁ DE NOSOTRAS?

 

Escaso premio de las pescadoras y pescadores gambianos tras largas jornadas en el mar

¿Sabías que el 43% de nuestros hábitos diarios se realizan en piloto automático, incluidos los hábitos de consumo?. Este automatismo nos puede llevar a vestir como la mayoría de la gente, pero también nos puede llevar a sobreexplotar una especie concreta de pez o a fomentar que hoy Mohammed no pesque nada en el mar, o que a Fatou no le llegue pescado para vender porque que la industria extractiva de pescado este procesando en estos momentos 80 toneladas de peces.

Un automatismo puede derivar en algo banal o puede suponer poner en riesgo la salud alimentaria de un país.

Os hablo de Gambia porque es lo que conozco. Pisé por primera vez este maravilloso país en 2008, cuando fundé Africa, Stop Malaria y bajé cargada de mosquiteras y con un par de contactos locales en mi agenda. Gambia cambió mi vida, o más bien, los gambianos y las gambianas, los mismos que ahora estamos poniendo entre la espada y la pared.

El océano, así en singular, en tanto existe una sola masa de agua en el planeta que está interconectada (y nos conecta) a diferentes niveles, es esencial para la regulación de la vida en nuestro planeta. Contiene el 97% del agua líquida de la Tierra, que representa la base de la vida, también es el depurador y reciclador natural planetario, a la vez que, nos provee de oxígeno, de alimentos y regula el clima a nivel global. El alimento que proviene del océano alimenta a billones de personas alrededor del mundo, o alimentaba, porque ahora la situación es crítica en el Oeste de África.

En Gambia, el pescado representa más del 50% de la proteína de su dieta. Una dieta balanceada entre arroz, cus-cus y vegetales.

La autora, Noemi Fuster, con uno de su amigos pescadores gambianos

Fatou raspa las escamas de un pequeño pez bonga mientras nos cuenta como se ha reducido la pesca, el poco pescado que se saca se encarece… - Estas factorías lo están estropeando todo, esto no es lo que se suponía que venían a hacer- dice sin sacar la mirada del que hace unos años era el pez más abundante en su dieta.

Banka, que de pequeño solía ir a ayudar a los pescadores a descargar la pesca a cambio de un cubo lleno de pescado, recuerda con añoranza aquellos tiempos. - Antes, en todas las casas había cubos llenos de pescado… Ahora, desde que volví de América, todo ha cambiado, por primera vez en mi vida he tenido que pagar por comer pescado! En Gambia!-

Con la ONG BonDiaMon, quisimos ver si se trataba de testimonios puntuales o era una percepción que se estaba experimentando en todo el país. Hicimos una encuesta a más de 400 personas, desde la costa hasta los poblados más interiores: ¿cada cuanto comes pescado?, ¿has notado un cambio en el precio? Si es que sí, ¿a que crees que es debido?

Los resultados fueron inquietantes. Las personas que vivían en la costa sabían cual era el problema, pero las personas que vivían en aldeas interiores (la gran mayoría) veían que ya no podían costear el pescado, pero no sabían porque había subido tanto su precio.

¿Qué está pasando? ¿Qué sucedió en 2016 para que acabáramos frente a este desastre medioambiental y social que ha puesto en riesgo la seguridad alimentaria?

Pues que se concedió licencia para la instalación de fabricas de procesado de pescado en la costa gambiana a cambio se prometía dar empleo a los jóvenes del país y mejorar las carreteras adyacentes. ¿Qué sucedió? La reserva natural se tiñó de rosa por vertidos químicos, los peces y las aves murieron, el turismo huía aterrado por el hedor a peces muertos, los residuos de las fábricas se dirigían directamente al mar, las mujeres con campo de cultivo adyacentes a la factoría primero tuvieron que ir a tribunales para proteger su espació y luego acabaron por ver que ya nada crecía en sus huertos… y los peces, los peces empezaron a desaparecer. ¿Pero se mejoró la ocupabilidad? Sin duda, de los pescadores senegaleses y de los trabajadores técnicos procedentes de China.

Y en este punto de la historia entramos tu y yo… como consumidores de un mundo global que cada día rueda tan rápido que es fácil esconder ecocidios bajo la alfombra. Este negocio es tan opaco que conseguir información les cuesta la libertad a los activistas del país.


Un día pasó que alguien estiró del hilo, y vio que la harina en la que se convertían los pequeños peces pelágicos se exportaba fuera del país, principalmente Europa o China, para alimentar a otros peces, ganado o mascotas. Literalmente, las personas de Gambia veían pasar el pescado por delante de sus narices para ver como se iba a alimentar a peces del Norte Global. Y aquí viene la parte positiva de este drama. Es aquí donde se encuentra el consumidor final, y por tanto, además de tener una parte de la responsabilidad, también tenemos el derecho a pedir a estar informados e informadas del impacto de los alimentos que consumimos. Porque ir a la pescadería con una simple lista de la compra, en piloto automático, puede suponer que Fatou o Mohammed no puedan pagar los estudios a sus hijos e hijas, que el pobre sea más pobre, que la malnutrición sea más severa y por lo tanto que las enfermedades infecciosas estén más presentes y de manera más devastadora.

No te quiero desanimar, soy muy fan de la acción, y aquí te propongo algunas cosas. Se valiente, saca el piloto automático, si decides comer peces, pregunta a tu pescadera o pescadero de confianza: ¿es pescado de proximidad? ¿Tienes pescado de descartes o de “retirada”? ¿Qué recetas con este tipo de pescado me recomiendas? Huye del pescado de piscifactoría, al contrario de lo que nos quieren hacer creer, la acuicultura, hoy en día, no es sostenible. No es sostenible tener que pescar 5Kg de pescado para poder obtener 1kg de harina. No es sostenible que esa harina viaje más que tú y que yo para alimentar otros peces. Y no es justo para ti que te escondan esta realidad que estas fomentando, no es justo para Fatou que ha dedicado sus últimos 40 años de vida a la venta de pescado, no es justo para Mohammed que cada día a las 5 de la mañana está en el mar con su cayuco para no pescar nada o casi nada, bajo la sombra fantasmagórica de los grandes barcos de pesca chinos y europeos.

Mi madre siempre me recuerda que somos una unidad. Créeme si te digo que no estas tan lejos de Fatou o Mohamed, si te une más a ellos que a los que están destrozando nuestro planeta. Créeme si te digo que debemos quitar el piloto automático y empezar a poner rumbo hacia donde queremos vivir en un futuro, porque si no, cuando lleguemos, no habrá futuro.

@noe_ona

Noemí Fuster: Doctora en biología por la UB, activista social y ambiental. Investigadora en el Institut de Ciències del Mar – CSIC. Fundadora de Africa, Stop Malaria y BonDiaMon. Instagramer y Youtuber 24/7. Siempre haciendo cosas.

Desde Citizensbyplanet. queremos apoyar todas estas iniciativas y hacerlas visibles, cuéntanos lo que  te preocupa y nos haremos eco de ello.

Mañana 21 a las 19 horas en nuestro canal de Youtube, tendremos una entrevista con Noemí Fuster que nos contara más cosas sobre su proyecto. No faltes



Comentarios

  1. Excelente artículo y preocupante querida amiga, justo acabamos de regresar de Noruega y hemos estado viendo y conociendo de cerca la Akvakultura del salmón para poder tener todos los datos y crearnos opinión al respecto que en breve conocerás, pero te quería dejar una impresión que me llega por watsap sobre el articulo y que no creo que se refleje en el blog por parte del autor, nos dice:

    " la acuicultura es el futuro y no todo lo que se cultiva es carnívoro, hay especies cultivadas que son herbívoras y se está investigando en nuevos piensos para disminuir e incluso eliminar la proteína animal".

    tienes algún comentario al respecto?

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    1. Por supuesto, hay especies herbívoras y se está investigando en pienso. Pero no es toda la acuicultura, por ejemplo salmón, lubina... Mientras no sepamos diferenciar que espècies son más "sostenibles" que otras se estará poniendo en peligro la vida de muchas personas. Mi deseo, parar la acuicultura de espècies que se alimentan de peces hasta que se haga bien.

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    2. Debemos construir relatos "sostenibles" para poder llegar a más personas y que entiendan cual es el problema, la comunicación nos ayudaran mucho.

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  2. muy bueno Noe!! hay que quitar el piloto automático y ser más conscientes de nuestros actos.

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    1. Gracias bonita, implica un esfuerzo pero tiene una gran recompensa.

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