RANA: EL LEOPARDO REBELDE DE LA INDIA

El altivo caminar de Rana

Los leopardos que viven cerca de la ciudad de Jaipur,
son realmente dignos de estudio. Algunas veces entran en áreas residenciales, ataca a las mascotas y crea un terror en medio de la jungla de asfalto con carreras y gritos de personas que huyen alocadas, de eso nos habla mucho y bien nuestro compañero José Carlos de la Fuente en su libro COEXISTENCIAS (Perdix ediciones). Pero son las más de las veces cuando probablemente le busques incasablemente en las reservas naturales y no podamos ni siquiera intuir su presencia

Acostumbrados a huir de los tigres, los leopardos viven dentro de la jungla, así como en medio de las áreas pobladas, pero no se muestran, no hay forma de localizarlos. Estas acostumbrados a camuflarse y si es el caso huir sin ser vistos. Si no se pueden ver nadie les puede matar o cazar. 

No es el caso de Rana, el joven y brabucón leopardo de la reserva de Jhalana en la ciudad de Jaipur.

Rana no es tu leopardo habitual. Es joven, elegante con su piel moteada brillante cuando le toca el sol y encantador, capaz de yacer con la madre de Kajod, uno de sus compañeros de juventud y con el que tuvo uno pelea digna de recordad en el parque. 

El vídeo Rana paseándose delante de los fotógrafos

También es audaz, intrépido y, sobre todo, se deja querer por la cámara de las decenas de fotógrafos de naturaleza que acuden cada día buscando fauna al parque. Rana, como un buen actor,  se pasea ufano en la mañana tras su cacería nocturna, parece que quieren que le vean. Aguanta un rato escondido en la sombra, como puedo comprobar nuestro grupo de esta semana, pero luego sale de nuevo a pavonearse.

Rana no es un leopardo habitual. Es un tipo genial que nunca ha experimentado miedo en su vida, ha vivido cómodamente desde el momento en que nació y disfruta de su estatus en la reserva de Jhalana. No puedes evitar cogerle cariño.  Más que su naturaleza feroz,  Rana es reconocido por su gallardía. Hace unos días se enfrento con un macho mayor que el, en su cara lleva el recuerdo de las heridas recibidas en la batalla, salió o no perdedor,  no lo sabemos pero no le importa, como hace otras veces, se recuperara y de nuevo buscará pelea con alguno que se atreva a desafiar su altanería.

Jhalana Leopard Reserve es una de las pocas reservas raras en la India que ofrecen un safari de leopardo. Con Rana cerca, las posibilidades de un avistamiento de leopardo son realmente prometedoras. La mayoría de los días, los turistas lo ven, lo fotografiarán desde diferentes ángulos y deja la jungla con muchos momentos buenos. 

Jhalana se extiende sobre 22 kilómetros cuadrados y la población de grandes felinos es mayor que su capacidad de carga. Hay cuatro machos dominantes (Rambo, Bahadur, Bageehra y Sultan) en Jhalana y

La mirada del príncipe Rana y su cara marcada de las peleas

dos (Bluethunder y Prince) en la región de Galta. Los leopardos jóvenes no tienen ningún territorio y las posibilidades de desviarse a las zonas residenciales son altas. Actualmente, hay aproximadamente 35 leopardos, incluidas las crías jóvenes, en el parque, lo que significa menos de un kilómetro cuadrado por animal una vez que crecen. Es sin duda, el lugar en el mundo con mayor concentración de leopardos salvajes.

En otoño salimos de nuevo a buscar a Rana y sus congéneres, si quieres acompañarnos, no dejes de visitar este enlace

Vídeo y fotografías de José Alberto Puertas

Comentarios

  1. El leopardo cada día se parece más al lobo. Una biología socioespacial diferente e cada sitio, vinculado a la coexistencia con los seres humanos.

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  2. Ligado al espacio que le dejamos libre Jaume, la verdad es que este lugar es único y a veces no se como pueden sobrevivir los animales en esta isla verde en medio de una ciudad que debe tener más de 3 millones de habitantes..., un milagro y sobre todo la densidad tan abrumadora de leopardos, parecería que ni comida deberian tener. Perros, gallinas y..., niños son a veces la base de su dieta, y deben entrar a cazarlos a las mismas ciudades que les cercan. Lo dicho un milagro, gracias Jaume por el apunte.

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