QUE HACER EN SAN FERMIN: CURIOSEANDO POR PAMPLONA

Este año he vuelto a pasarme un par de días por las celebradas fiestas de San Fermin en Pamplona y como hago siempre. busco otras historias que no tengan nada ver con los toros, que como todos sabéis no me gustan, ni su lidia ni las salvajadas que comenten con ellos, pero como estudiante de Antropología me interesa todo lo que tenga que ver con la fiesta y con las gentes.

Y de eso sobra mucho en San Fermín.

Después de una larga noche de paseos por las calles y las fiestas y de beber hasta casi que el cuerpo no me aguanta y casi sin acostarnos, nos acercamos hasta la famosa calle de Mercaderes para ver el encierro. Bueno para verlo, escucharlo e intentar comprender este acto de la fiesta.

Pero como tienes que venir tan temprano porque cierran las calles adyacentes a las 6 y media de la mañana cuando raya el día, ya estamos instalados en nuestro balcón. Dicen que se cobra hasta 200 euros por balcón. El nuestro nos ha salido gratis gracias a la gestión de un amigo.

Y desde esa privilegiada vista, mientras busco con el objetivo de la cámara, van saliendo historias de los balcones vecinos. Dos chicas novatas como yo que se retratan  mutuamente, fresca lozanas y que nos e avergüenzan de esta su primera experiencia san ferminera.

Dos pamploneses que no huyen de la ciudad y que disfrutan en su balcón blasonado con los colores y la imagen de la ciudad, y que se les oye criticar a todos los que no son de aquí.

Una madre que en enseña a su pequeña todo el jolgorio de la calle y ella mira entusiasmada casi sin entender nada de lo que allá sucede cuando comienza   a pasar las autoridades encargadas de dar el visto bueno al cohete que dará inicio al encierro.

Una familia también novata que intentar tener la cámara fotográfica apunto para captar las mejores imágenes del encierro y cuya madre, nerviosa, riñe a los niños y asevera al marido para que se apremien que ya se ha escuchado el chupinazo.

Los primeros mozos que corren asustados y yo todavía no aparecen los toros, el ruido se incrementa, los gritos arrecian, alguien tiene la tele a todo volumen y escucho como se narra la salida, dos toros van adelantados sembrando el pánico, el resto va recogido  en la manada con los mansos, los pastores sea afanan en conducir a las bestias, en el suelo se ven algunos heridos por las caídas, pero? y las fotos¡¡¡¡¡¡¡¡, se me ha olvidado tirar fotos, solo puedo coger el culo de los últimos mansos, los nervios, la emoción y el jaleo me han dejado sin casi captar con mi cámara el espectáculo. He visto los toros pero no he podido hacer fotos para enseñarlas... jajajajaj, ha sido mi día de novato en el encierro.

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