PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD. CIUDAD DE HOIAN. VIETNAM

En estas nuevas expediciones que ponemos en marcha con Ecowidlife, guiaré algunas de ellas de carácter etnográfico y esta parada es una de las más hermosas que he hecho en mis viajes por el mundo: un paseo por la ciudad de Hoain.

Recuerdo que entramos caminando en la mañana, era muy temprano y el aire resultaba enganchoso y húmedo, el ruido de las motos,como en todo Vietnam, ensordecedor; justo al lado del rio SongThu Bon, la calle Le Loi discurre perpendicular al río, fue la primera que se trazó hace cuatro siglos. Desde la orilla del río, Hoi an nos ganó el corazón. Abuelas vendían flores y chucherias desde los botes, sentadas en cuclillas, con sonidos apenas inteligibles pero con una hermosa sonrisa. Se dejaban fotografiar con encanto y nos sentamos a la orilla para charlar con ellas, si entendernos, pero con la sonrisa siempre en los labios.

Hoy en día en Hoi An viven 75.000 habitantes, de los cuales 12.000 residen en el casco antiguo, la joya de la corona de esta hermosa ciudad. Sus casas se ha reconstruido. Casas de vigas de madera, puertas talladas y habitaciones abiertas a la calle que se han convertido en tiendas de souvenirs donde los turistas entramos como si fueran museos. Nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Hoi An aparece mencionada en los escritos de los viajeros occidentales de los siglos XVII y XVIII con el nombre de Faifo o Hai Po y fue importante centro de comercio durante los siglos XVI y XVII, en los que chinos de varias provincias, así como japoneses, holandeses e indios se asentaron en ella.

Ha sido poblada por portugueses, chinos, japoneses, holandeses, británicos y franceses y con ellos llegaron los primeros misioneros y uno de ellos era el jesuita francés Alexandre de Rhodes, se le ocurrió la excelente idea de introducir el alfabeto latino en el idioma vietnamita. Y así sigue.

Desde el puente japonés de madera, que dividía la ciudad en dos en época de dominio nipón, se cruza hacia la calles más llamativa de toda la ciudad. Hace cuatro siglos los japoneses se instalaban en invierno en esta ciudad para hacer sus intercambios comerciales con todo oriente. el puente es el único que se conoce en oriente que está unido a un templo de oración. La ciudad floreció y se enriqueció con palacios de madera, pagodas y comercios que casi continúan hoy en día como en aquella época, las mamas y las abuelas venden mercaderías por sus calles. 

Parados en la pagoda de DANANG pedimos por todos pero en especial, por aquellos que nunca han llegado hasta aquí para que sus dioses les ayuden a venir. Al final acabamos como siempre en el mercado, autentico pulmón cultural y social de las ciudades asiática. Mujeres afanadas en vender sus mercancías, frutas, pescados, hortalizas, comida hecha, etc. hablamos con ellas y reíamos a su lado y al final la guía nos arrastra porque nos quedamos sin tiempo.

Si vais recordad que en Hoi An se detuvo el tiempo hace varios siglos y si quereis venir con nosotros, os podeis descargar la ficha del viaje en este enlace.

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