TRES LEYENDAS GALLEGAS: LA HEROÍNA MARÍA PITA (I)

Hemos andado estos días por Galicia promocionando algunos de nuestros mejores encuentros viajeros con Ecowildlife y, como casí siempre, me he parado en bares y he vivido tertulias donde se habla de viajes, gentes y amigos. Y he decidido pararme en tres historias de leyendas que nos hablan de fantasías, líderes comunales ( cuanta falta nos hace en estos tiempos) y tierras de leyendas.

¡¡ Quien tenga honra que me siga!!. Así comienza la historia de esta primera leyenda, la de una mujer valiente que vivió con coetáneos como el pirata  inglés sir Francis Drake o el ancestro de nuestro rey, el compulsivo y dislocado Felipe II. Esa mujer valiente no es otra que la coruñesa María Pita.

Para hablar de ella nos remontamos a la Armada Invencible, que no lo fue tanto y un tatarabuelo de nuestro rey Felipe, el II, que ordeno invadir el Reino Unido con una flota mediocre, mal armada y en franca desventaja. Huida y derrotada se refugió en los puerto de San Sebastían y Santander perseguida por el famoso pirata Drake y este farandulero inglés, más pirata que el caballero que lleva en su nombre, fue avisado que un galeón cargado de oro llegaba al puerto de A Coruña, harto de perseguir marineros españoles, decidió enviar algunas tropas a hacerse con el botín.

10.000 ingleses combatieron contra 1.500 españoles y una inmensa muralla que rodeaba la ciudad. Muchos perdieron la vida, más en el bando inglés que en el español pero en un momento dado, la bandera inglesa logró ondear en la muralla coruñesa: un alférez de las tropas inglesas se subió a la muralla con una bandera en la mano después de haber matado a Gregorio de Recamonde, militar español y a la sazón, marido de la que sería reconocida más tarde como la heroína coruñesa.

Al ver a su hombre muerto, María Pita, en un arrojo de valor, se cargo de un tiro al asesino de su marido y acto seguido se subió a la muralla y grito al pueblo coruñés la célebre frase "Quien tenga honra que me siga!!!". No se sabe si fue eso, la muerte del mando militar inglés a cargo de una mujer civil  o el empujón de moral que le dio María a los ciudadanos que se  unieron a las tropas coruñesa para repeler el ataque, lo que debilitó el animo de la diezmada orda inglesa, en defintiva el hecho es que los ingleses fueron derrotados y huyeron con el rabo entre la piernas.

Bonito, ¿verdad?, pues tan bonito como se nos quedo el día, que amaneció lluvioso se "ensoleó" má tarde y nos permitió sacar una fotos grandiosas del monumento de la heroína, de la plaza donde vive su inmortal historia y del paseo marítimo de A Coruña con sus eclécticas arcadas y ventanales de impoluto blanco saludando al mar.


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