EL NATURALISTA. ACEBO (Ilex aquifolium )
Originario de todos los países del entorno mediterráneo, El Acebo es una especie protegida en Europa. Sus bonitos frutos rojos y sus hojas espinosas de verde oscuro intenso le convirtieron en un adorno perfecto para decorar las casas durante la Pascua Navideña, una tradición que ha terminado por mermar la presencia de este arbusto en gran parte de su hábitat natural. En la Península Ibérica, lo encontramos en la mitad norte, en bosques de coníferas y robles. Este encuentro que os traigo es de las laderas del Monte Moncayo entre las provincias de Zaragoza Soria.
De nombre científico Ilex aquifolium y perteneciente a la familia de las Aquifoliaceae, hablamos de una especie de crecimiento lento y elevada longevidad (puede llegar a vivir hasta 100 años). Sus frutos, rojos y carnosos, maduran con la llegada del invierno. Alcanzan ese tono carmesí tan típico en octubre y permanecen así durante los meses de frío, lo que los convierte en una fuente de alimento fundamental para los animales del bosque. Son venenosos para el consumo humano ya que la ingesta de los mismos puede servirnos como purgante aunque, ese mismo efecto en las hojas bien hervidas, se considera tonificante. En algunos países del norte de Europa se le atribuyen propiedades mágicas, de ahí su tradición y simbolismo. De hecho, para los celtas, el acebo era un arbusto sagrado que utilizaban en el solsticio de invierno (Navidad actual) para atraer suerte y prosperidad.
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