ENOTURISMO. RUTA DE LA GARNACHA DEL CAMPO DE BORJA (II). PAGOS DE MONCAYO 2008.
Como sabéis, anduve este mes atrás por el Campo de Borja, no conocía bien la denominación y me apetecía dar una vuelta. Regresé cargado de buenos vinos pero sobe todo, aprendí a beber algo mejor los Syrah y sus mezclas, algo a lo que no estaba acostumbrado.
Las Bodegas Pagos de Moncayo están justo a la entrada de Vera de Moncayo y en ella pude degustar buenas variedades de ambas uvas. Pero decididamente, por la relación calidad precio, me quedo con el Pagos del Moncayo 2008, mezcla al 65% Garnacha y al 35% Syrah. El gran Parker le ha otorgado a la añada del año anterior 91 puntos. Una pasada para un vino joven. Su precio oscila entre los 5,70 y lo 6 euros.
En definitiva otro buen vino de esta tierra y de esta ruta maravillosa que podemos hacer por las garnachas del Campo de Borja. La bodega admite visitas y la encontráis en http://www.pagosdelmoncayo.com/.
Otra referencia de la ruta la tengo en http://bit.ly/88IGjm
Las Bodegas Pagos de Moncayo están justo a la entrada de Vera de Moncayo y en ella pude degustar buenas variedades de ambas uvas. Pero decididamente, por la relación calidad precio, me quedo con el Pagos del Moncayo 2008, mezcla al 65% Garnacha y al 35% Syrah. El gran Parker le ha otorgado a la añada del año anterior 91 puntos. Una pasada para un vino joven. Su precio oscila entre los 5,70 y lo 6 euros.
Dice el bodeguero que "La fermentación de prolongó 10 días durante los cuales las uvas se pisaron cada mañana y cada tarde. Acabada la fermentación el vino pasó a las barricas de roble americano durante dos meses y de allí a depósitos de maduración durante todo el invierno. Sometido a varios trasiegos para ir eliminando los sedimentos que se produjeron de manera natural, el vino se embotelló entre el 1 y el 10 de Abril del 2008."
Bueno pues mi cata es esta. Cuando el vino cae en la copa se ve claramente la guinda en su color cereza fuerte, en la nariz salen lo olores del monte español que encontraremos en todas las garnachas, con romeros, tomillos, las frambuesas..., y de repente aparecen las mermeladas recordando la mezcla con el Syrah y un ligero toque vainillado fruto de su escasa madera. Ya en boca entra muy fácil, se recuerda bien y nos deja el empalague de los vinos sedosos y que se gustan. 13,5º lo descubren.
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