MADRID ME MATA

Madrid me mata, te vas a dormir con la luna gélida y el ruido de los coches y te levantas cubierto de un manto blanco y hermoso antesala de un invierno gélido


Las calles silenciosas de la aurora, el humo saliendo de las chimeneas y las campanas tocando a maitines. Es pronto aún para el bullicio y la nieve se adueña del paisaje, no vi trineos ni renos, ni ciervos ni tan siquiera la huella del lobo, pero desde los tejados blancos me miraba la mañana y soñoliento el sol se paseaba saltando chimeneas y jugando con su sombra por la esbelta silueta de la Basílica de Atocha y los jardines del Museo de Tapices, cerré la ventana de mi habitación y sonreí pensando que MADRID, ME MATA