Sentado sobre la blanca arena de Praslin, la segunda isla en extensión del Archipiélago de Seychelles, recorro con la vista infinita las doradas colinas y el azul de mar. Sigo pensando en la amabilidad de este pueblo del Índico, mezcla de tantas culturas y de tanto viajes. Mojado aun tras el baño en las tibias aguas, descansando tras el ajetreado día, no dejo de evocar uno por uno los rincones que he visitado en esta singular travesía.
Como siempre digo, existen todavía muchos lugares en blanco en la imaginación del viajero. Muchos de nosotros solo conocíamos estas islas de verlas en las portadas de las revistas del corazón y en la piel dorada de las famosas que se revuelcan en sus playas para goce de paparazzi en las playas de Lazio, la Georgette o La Digue. Pocos quizás pensaron que el Valle de Mai, la isla de Cousín o Curiose, la Reserve de Veure Nature o tantos y tantos rincones vírgenes del archipiélago que no salen en las revistas.
Quiero en este viaje descubriros algunos de ellos e intentar transportaros a uno de esos espacios en blanco que todavía quedan en vuestra imaginación. Que disfrutéis.
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