SENDERISMO. LA VEREDA DE LA ESTRELLA. SIERRA NEVADA. GRANADA


Uno se plantea esta excursión integra en sus 7 horas de duración, es fácil y espera acabarla, pero como veran al final, la belleza del lugar y mi indomable hábito fotográfico hace que no la concluya. No obstante,debo decir que es un sendero clásico de la sierra y un lugar para ir en familia. 

La Vereda de la Estrella toma su nombre de las antiguas minas que se encuentran en el valle del río Genil.  Llegaremos al punto de partida, justo en la confluencia del río Genil con el arroyo de San Juan,  por la antigua carretera que cubre lo que fue el tranvia de la sierra, en el término de Güejar Sierra. Cruzamos el río Genil por un pequeño puente de madera  en el aparcamiento del último merendero, ya dentro de los límites del parque nacional y comenzamos los que será la única ascensión fuerte del día, un repechón dentro de la arboleda baja del río de unos 200 metros. Al culminarla las vistas de la primera hora de la mañana son espectaculares.

A estas alturas, siempre sobre los 1.400 metros las árboleda nos hara compañía mientras sorteamos la miriada de barrancos y arroyos que desembocan en el Genil: fresnos, castaños, quejigos, encinas, robles y arces son los árboles más representativos. Lo rayos de sol no dan directamente hasta el mediodía. Esto será mi condena, ya que la luz es escasa, aunque suficiente para ver y fotografiar a una madre de cabra montés con su retoño.

Llevamos escas media caminando cuando nos saluda "el abuelo", un enorme castaño centenario de tronco inmenso y retorcido, conocido como "el abuelo" y famoso entre todos los montañeros y lugareños.  La siguiente parada es la confluencia del río Vadillo con el Genil. Aguas frescas que corren montaña abajo. Má arriba la vereda se bifurca, nosotros siempre seguiremos hacia arriba, hacia abajo bajaremos al río y a la conocida  Cuesta de los Presidiarios que nos llevará a la Loma del Calvario.

Y ya, muy cerca de allí, tras una curva,  la impresionate vista de la sierra con la Alcazaba, el Mulhacen y el Veleta, saludándonos en la fresca mañana.

Seguimos caminando ahora ya con la guía de los enormes colosos hasta lelgar a las minas de la Probadora, que fueron explotadas hasta finales de los años 50. Hoy estan abandonados y solo los zorros y los meloncillos las frecuentan.


Vereda abajo, cruzaremos el Barranco del Lagarto y llegar a las minas de la Estrella. Estas se encuentran en el mismo estado que las anteriores. Y aquí pense que con esas vistas ya tenía premio suficiente, la escasa luz de la mañana me robo las mejores fotografías como la miriada de flores que comienzan a despuntar en la mañana. No me importa el sendero es hermoso y volveré a recogerlo. No obstante he caminado dos horas y media y me restan otras tantas.

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