Muy cerca de la
Pobla de Lillet, en el Alt Berguedá, hay un desvío que en ocho kilómetros nos lleva hasta el pequeño municipio de
Castellar de n'Hug, una joya preciosa encaramada a una montaña y que ve como en sus laderas se desborda el agua a borbotones dando nacimiento al
río Llobregat. Venimos haciendo touring desde Vilada y hemos pasado por los pequeños y hermosos municipios que ya recorrimos en su día haciendo los mismo de
Borredá y Sant Jaume de Frontanya.
Al desviarnos, pasaremos tambien por el Museo del Cemento y, en retorcidas curvas llegaremos hasta las mismas fuentes de agua.
Caminamos por un sendero, dejando al lado restaurantes y merenderos de turistas y en esta época, una primavera lluviosa que ha precedido a un invierno con mucha nieve, las laderas de esta lado del
Parque Natural de la Sierra del Cad-Moxeiro. resuman cantidades ingentes de agua que, inmediatamente, se unen en un vasto caudal que salta furioso montaña abajo. La inclinación y altura de la sierra hace que este agua nazca ya rica y haya dado riqueza desde tiempo atrás, sus saltos de agua, sus remansos, sus giros..., han dado lugar a industrias diversas, con molinos de agua, industria textil y maderera y cementeras que aprovecharon su curso hermoso. Llobregat viene del término catalán
Llobrec, que quieres decir oscuro, sombrío..., y es que este río se encajona en su recorrido hasta el mar y apenas ve la luz más que en su nacimiento y en su desembocadura, donde forma el Parque Natural de la desembocadura del Río Llobregat.
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