EL AMERICANO. UNA PELICULA PARA AMANTES DE CLOONEY
El americano”, basada en la novela del escritor británico Martin Booth titulada “A Very Private Gentleman”, a pesar de su atipicidad dentro del género del thriller, ha triunfado con rotundidad en su estreno en Estados Unidos, colocándose en el número 1 durante su primer fin de semana en cartelera. Pero que quiere que les diga, o los américanos están faltos de emociones fáciles o es que les gusta cualquier cosa.
No esta mal la cinta, pero lo peor que le puede pasar a un película es que al finalizar, la sala se quede en silencio o comience a levantarse inmediatamente. Y aquí pasa.
Clooney, como siempre, está muy bien en un papel de asesino que no le pega y que en toda la película dice unas 30 palabras. Es más, la película no es un thriller de asesinos, es una película de personaje y ahí Clooney lo borda, pero nada más. Porque esperábamos ver acción y no la hay, ya que su director anunció que era como un western de los de antes. Esperábamos ve un hilo argumental de serie "b" y tampoco, al final de la película excepto que Clooney se muere, no podemos decir nada más . Todo queda sin explicar, ni tan siquiera porque matan al protagonista o que pinta el cura, que aparece como Pepito Grillo del protagonsita pero al final acaba confesando él sus pecados.
También crei que encontraría una excelente fotografía de la zona de los Abruzzos italianos, pero aquí el director se mueve “silenciosamente”, sin querer levantar ruido y nos perdemos bellas estampas de la montañas o de la ciudad de Aquila. El fotógrafo, escritor y director holandés Anton Corbijn crea un filme de estética que recuerda al cine negro de los años 70 en muchas de sus secuencias pero desaprovecha del todo un escenario espectacular.
Lo que no pense encontrar era erotismo y la película tiene bastante incluso alguno colocado de forma rara, como cuando la bella Clara, la prostituta que enamora a Clooney se baña desnuda en el río sin venir a cuento.
En fin un rato entretenido pero simplón que se podría resumir en una frase lapidaria del protagonsita cuando Clara disfruta en la cama con él en el prostibulo "he venido a buscar placer no a darlo", pues eso, que el Clooney produce e interpreta una película para su único disfrute.
No esta mal la cinta, pero lo peor que le puede pasar a un película es que al finalizar, la sala se quede en silencio o comience a levantarse inmediatamente. Y aquí pasa.
Clooney, como siempre, está muy bien en un papel de asesino que no le pega y que en toda la película dice unas 30 palabras. Es más, la película no es un thriller de asesinos, es una película de personaje y ahí Clooney lo borda, pero nada más. Porque esperábamos ver acción y no la hay, ya que su director anunció que era como un western de los de antes. Esperábamos ve un hilo argumental de serie "b" y tampoco, al final de la película excepto que Clooney se muere, no podemos decir nada más . Todo queda sin explicar, ni tan siquiera porque matan al protagonista o que pinta el cura, que aparece como Pepito Grillo del protagonsita pero al final acaba confesando él sus pecados.
También crei que encontraría una excelente fotografía de la zona de los Abruzzos italianos, pero aquí el director se mueve “silenciosamente”, sin querer levantar ruido y nos perdemos bellas estampas de la montañas o de la ciudad de Aquila. El fotógrafo, escritor y director holandés Anton Corbijn crea un filme de estética que recuerda al cine negro de los años 70 en muchas de sus secuencias pero desaprovecha del todo un escenario espectacular.
Lo que no pense encontrar era erotismo y la película tiene bastante incluso alguno colocado de forma rara, como cuando la bella Clara, la prostituta que enamora a Clooney se baña desnuda en el río sin venir a cuento.
En fin un rato entretenido pero simplón que se podría resumir en una frase lapidaria del protagonsita cuando Clara disfruta en la cama con él en el prostibulo "he venido a buscar placer no a darlo", pues eso, que el Clooney produce e interpreta una película para su único disfrute.
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