DÍA 39, DIARIO DEL CORONAVIRUS: ¡ABRID LOS OJOS QUE SE NOS VA EL MUNDO!

La vía lactea en la noche ártica según José Alberto Puertas
Leyendo estos días A David Barrie en su excelente libro "Los Viajes más increíbles", anoto que en el año 1994, tras el terremoto que asolo Los Ángeles, se produjo un gran apagón durante varios días. ¿Sabéis que la mayoría de llamadas que recibió la policía esos días no tenía que ver con robos o violencia, como es habitual?, la gente llamaba por que " en el cielo se cernía una nube plateada gigante". Querían saber si eran extraterrestres. En Estados Unidos mucha gente nunca ha visto la Vía Lactea, es más, según la revista Science, un tercio de nuestra humanidad nunca la ha visto, y entre ellos el 60% de los europeos y el 80% de los americanos del norte. Apunta la revista que el 80 % del mundo, entre ellos el 99% de americanos y europeos, vivimos bajo una capa de polución que nos impide ver la luz tal y como deberíamos, pero que lo peor es que no nos percatamos de ello, lo peor es que pensamos que eso es normal.

Antiguamente, todas las culturas del mundo se guiaban por las estrellas y por los astros. Ha sido el método más usado por la navegación mundial. Aún hoy perdura para navegantes y aventureros. Pero hemos dejado de mirar al cielo, los adelantos científicos como el GPS ha hecho que cada día miremos menos nuestras señales de orientación. En todos los entornos y situaciones.

Los humanos nos orientamos de una manera que se denomina egocéntrica. Es decir, lo único que necesitamos es  tomar referencias a nuestro alrededor, usamos las cosas que nos rodean, para saber marca una ruta desde nuestra casa a la panadería y volver sin perdernos o llegar a una ciudad y saber manejarnos desde el hotel a las atracciones turísticas si usar cada día el mapa, relacionamos los objetos urbanos con nuestro camino y los señalamos en nuestra mente para volver atrás sin perdernos.

Si usamos el mapa para ello, esa manera de orientarnos se denomina alocéntrica.

Y ¿ a que viene todo esto? , pues que con el uso generalizado del Gps y los navegadores de coches, unido  a que ya no sabemos ver las estrellas, y muchos menos utilizarlas, una parte de nuestro cerebro que es el encargado de "guiarnos" se esta empequeñeciendo. Ese parte es el hipotálamo.

Una investigadora inglesa, Eleanor Maguirre, llevo a cabo un estudio con los datos de exámenes oficiales para obtener la licencia de taxistas y conductores de autobuses en Londres. Los taxistas, que deben memorizar el callejero londinense de memoria para obtener la licencias, tienen el hipotálamo más desarrollado que los conductores de autobuses, que solo tienen que aprenderse unas docenas de lineas.  Estos hallazgos de Maguirre indican que mientras más usamos la memoria más activamos nuestro cerebro y "si no la usas, lo pierdes".

Nos dejamos llevar sin darnos cuenta, no nos fijamos en las cosas, nos hemos acomodado y solo nos preocupa llegar a nuestro destino sin complicarnos la vida, en todas las facetas de nuestra existencia, no solo en el transporte, sino en el trabajo, en las relaciones,..., no queremos problemas. Solo queremos un GPS que nos active el destino sin preguntar.

Es pronto todavía para sugerir que si dejamos de someter a esfuerzos a nuestros cerebros, si nos "alineamos", la cosa puede ir mal, lo que si es cierto es que aquellos que la ejercitan constantemente, tienen menos probabilidades de sufrir trastornos como el Alzheimer o los deterioros congnitivos relacionados con la edad.

Y lo que es más cierto, sin citas científicas ni datos oficiales, sino por experiencia propia, los que seguimos mirando los carteles de las carreteras, las estrellas cada noche en el cielo y a la personas que nos rodean, podemos presumir, sin duda, de tener una vida muy plena y llena de aventuras cotidianas, como teneros a vosotros queridos lectores.

En este ir venir por el mundo, muchas veces vemos esas luces verdes extrañas de las noches árticas. Os dejo un vídeo para que las veáis. 

Comentarios

  1. Cuanta razón tienes, pensar, me has hecho recordar de pequeña en el campo, por las noches contemplábamos el cielo y la Via Láctea. Que nebulosas, que cantidad de lucecitas, ahora no hay tantas, ver el cielo en su inmensidad, encoge el corazón. Te sientes tan minúsculo.
    La civilización avanza, ganamos mucho, pero nos vamos dejando cosas por el camino.
    las imágenes que nos has regalado hoy, son maravillosas, casi me pongo triste, no se cuando las podré ver, me ilusiona tanto verlas que casi huelo el aroma del mar. De momento tenemos proyectos, Granada, La Rioja, El Sahara???

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  2. No te pongas triste Josefina, que las lagrimas no te dejaran ver el sol jajajaja, pues si muchas cosas vamos a hacer, teneis que estirar las pagitas, jajaja, Granada y Sevilla son mi hogar y allá os enseñare nuestro ritmo de vida, La Rioja y Navarra es un canto a los sentidos y El Sahara un grano de arena que debemos aportar al mundo, todos me encantara hacerlos con vosotros, un beso patos¡¡¡¡

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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