CALLE BETIS, SALIR A TOMAR UNAS CAÑAS. SEVILLA
Es de esas noches que uno sale a tomar una caña en las calurosas noches sevillanas. Es la Calle Betis y deben ser las 9.30 de la noche. La calle Betis que fue el lugar de tapeo de media Sevilla, se ha transformado ahora en un paseo para nuevos ricos con restaurantes de postín que han tapado la mitad de los miradores del río Guadalquivir. Pero no importa. Cae la tarde con sus últimos destellos de luminosidad, las parejas de la mano pasean por la orilla más hermosa de España, al otro lado erecta, impertinente de belleza la Torre del Oro, rubia, limpia vigía de los amores de la orilla, detrás esbelta y reservada la Giralda, con peineta, con adornos de luces, no se le escapa nada de la noche sevillana. La Opera, que nunca he sabido por que la diseñaron tan mal, tan fea, tan horrenda. La plaza de todos blanca inmaculada, virgen de la noche sevillana y frente a ella, Carmen La Cigarrera que le da vida al paseo y orgullo a los gitanos de Triana.
El río se mueve pausado no queriendo romper el encanto, los chavales de los clubs de remo apuran las últimas paladas antes de que caiga la noche. Una cerveza en la "Para", fresca cruzcampo y sabrosa, otra en "el Mirador", otra en el "Kiosko de la Flores" para que nadie diga que nos estuvimos allí y la penúltima en el Kiosko "Lo Chorritos", arte y sardina "pa reventá". De repente como no queriendo, la Torre del Oro se prepara para la noche, es jueves y le toca salir. Se mira en el espejo plateado del río y se monta una peineta de amarillo y destellos, se la corona, suelta un "olé" que deslumbra a propios y extraños coronándose con la luna más hermosa del Agosto sevillano. La Luna llena de Agosto. Ya no fuimos al Altozano ni bebimos más cervezas, con un aplauso quisimos dar las gracias a la descarada torre y a su noche más hermosa y desde la esquina donde nació Chicuelo y como hubiera hecho el maestro despedimos las tarde montera en ristre.
Dijo Antonio Gala que "lo malo no es que los sevillanos piensen que tienen la ciudad más bonita del mundo... lo peor es que puede que tengan hasta razón" y para que le vamos a llevar la contraria al célebre escritor cordobés.
Aquellos que quieran ver todas las fotos del paseo que hice cuando salí a tomar una caña, solo recordarles que no llevaba más que una pequeña cámara digital pero aún así merece la pena verlas, están en http://www.facebook.com/album.php?aid=91659&id=552494308&saved#/album.php?aid=91659&id=552494308
El río se mueve pausado no queriendo romper el encanto, los chavales de los clubs de remo apuran las últimas paladas antes de que caiga la noche. Una cerveza en la "Para", fresca cruzcampo y sabrosa, otra en "el Mirador", otra en el "Kiosko de la Flores" para que nadie diga que nos estuvimos allí y la penúltima en el Kiosko "Lo Chorritos", arte y sardina "pa reventá". De repente como no queriendo, la Torre del Oro se prepara para la noche, es jueves y le toca salir. Se mira en el espejo plateado del río y se monta una peineta de amarillo y destellos, se la corona, suelta un "olé" que deslumbra a propios y extraños coronándose con la luna más hermosa del Agosto sevillano. La Luna llena de Agosto. Ya no fuimos al Altozano ni bebimos más cervezas, con un aplauso quisimos dar las gracias a la descarada torre y a su noche más hermosa y desde la esquina donde nació Chicuelo y como hubiera hecho el maestro despedimos las tarde montera en ristre.
Dijo Antonio Gala que "lo malo no es que los sevillanos piensen que tienen la ciudad más bonita del mundo... lo peor es que puede que tengan hasta razón" y para que le vamos a llevar la contraria al célebre escritor cordobés.
Aquellos que quieran ver todas las fotos del paseo que hice cuando salí a tomar una caña, solo recordarles que no llevaba más que una pequeña cámara digital pero aún así merece la pena verlas, están en http://www.facebook.com/album.php?aid=91659&id=552494308&saved#/album.php?aid=91659&id=552494308
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