FUI A TOMARME UNA CAÑA Y ME LIE. PORTAVENTURA

Pues si, nos os lo vais a creer pero es así. Estos días de visitas familiares y demás, mi única intención era salir a tomar una caña con la familia pero la cosa se fue liando y complicando y acabamos en Port Aventura en Tarragona. La caña la tome por supuesto y no una, de esas jarras que te ponen los amigos de Estrella, si hombre las del vaso alargado, debieron caer seis o siete y de las normales otras cuantas. El problema se genera por al euforia que te da el alcohol y la alegría y cuando comienzas a pensar que eres más chulo que un ocho. ¿Habéis montando en una hora en las atracciones más duras del parque?. Pues seguidme.

Obviando el Dragon Khan al que por principios solo me he subido una vez en la vida, había que probar las nuevas atracciones y como no, p'a calentar la STAMPIDA, es vieja pero yo no la conocía. Era cuestión de comenzar por la más sencilla y nos subimos para que un minuto te peguen una paliza de la que te acuerdas todo el día, un ruido ensordecedor y el carricoche cimbreante que te descoloca todos los huesos. Pero bueno ya estamos metidos en el tema y ahora para el HURAKAN KONDOR.

¿Que tal?, para que se te salgan los ojos. Dejarte caer de 150 metros al vacío es una sensación que solo debe gustar al que la inventó y que los demás hacemos como borricos, en el camino te dejan medio corazón y las niñas de los ojos pegadas en el muro. Amén de un susto que no se te va en toda la tarde. Pero claro al bajar otra cañita y p'al siguiente, ¿que cual? hombre el FURIOSUS BACUS. Y aquí la ostia, casi una hora de espera y cuando nos toca, se para por fallo técnico. Quise salir corriendo del cangüelo pero..., una apuesta es una apuesta. 20 minutos después nos toca. Y os explico, imaginad la sensación que te cogen por el pantalón, te estiran con una goma hasta que casi te rompes, te sueltan al vacío a 200 por hora, te giran por la cabeza, te ponen boca abajo, te zarandean por si te queda algo de cerebro escondido y te frenan de un mazazo, 14 segundos de ensueño. ¡¡ Y la gente se baja sonriendo!!!.

Lo demás ya lo conoceis lo típico del parque. Os lo juro, lo mejor, ¡la hora de irse!