BIKER. DON QUIJOTE DE LA JANDA. CADIZ
Hoy no merecía la pena salir en bici, al menos aqui en el Sur de Cádiz donde el viento de Levante se ha prometido destrozar todo lo que encuentre a su paso, pero me acosté con una ilusión y no he podido resistirme. Quería llegar desde Benalup a Facinas y ver si quedan aves migratorias todavía por la zona.Las rachas de viento han sido fortísimas, he leído que de más de 40 kms por hora aunque, puedo aseguraros que en la bici he notado incluso más. Llevo el viento lateral todo el viaje que comienza a la salida de Benalup. Espero coronar los 24.5 kms con éxito. Imposible. Tras el tramo inicial de unos 6,8 kms de pista asfaltada entre arrozales muy altos donde el viento casi me tumba dos veces, cojo la pista de tierra que me acompañaría el resto del viaje.A un lado de la carretera llevo la vallas del Parque Natural de la Sierra de los Alcornocales y al otro las fincas de ganado bravo de La Janda. El viento va soplando con más fuerza a medida que avanzo. A penas hay vida en la dehesa, solo veo algún conejo y algún faisan huidizo. En una lomas varias decenas de Milanos Negros se echan en el suelo. Día imposible para cruzar el estrecho, nunca había visto tantos milanos echados en el suelo juntos. Un puente con una becerra muerta me da malas vibraciones. Al fondo ya se va Facinas pero una racha enorme me para la bici y me hace poner pie en tierra, es sólo un aviso. Pedaleo de lado por la fuerza del viento y a escasa velocidad, en este tramo nunca he superado los 10 kms por hora debido al viento. Un forestal se acerca a mi con un quad. Me explica que a medida que baje hacia el estrecho la cosa ira a peor y que llegando a Facinas se han caido varios árboles. Le doy las gracias pero quiero seguir. Una locura.
Avisto los primeros molinos del Parque Eólico de La Janda y una fuerte racha lateral, esta vez si, me tira de la bici. Cual Quijote y acordándome del Valeroso Alonso Quijano en aquel párrafo que decía "y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela, con la lanza en ristre, arremetió a todo el galope de Rocinante, y embistió con el primer molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo". decido regresar. Han sido 18,8 kms de sufrimiento.
En el regreso tampoco vi más aves que varias cigüeñuelas en una charca del río Celemín, es preocupante este año lo de la migración. El viento que seguía soplando de costado pero esta vez trasero me dejo pedalear más tranquilo. En la subida a Benalup, entre vacas que regresaban de pastar me di cuenta de mi locura de aquella mañana y no deje de reirme por ello y la ocurrencias de Don Quijote de la Janda: "¡Válame Dios! dijo Sancho; ¿no le dije yo a vuestra merced que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento, y no los podía ignorar sino quien llevase otros tales en la cabeza? Calla, amigo Sancho, respondió Don Quijote, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza, cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Frestón, que me robó el aposento y los libros, ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento..."
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